Reinvertir el ahorro fiscal del plan sale a cuenta
La 'escasa' rentabilidad de los planes de pensiones en lo que va de año, un -0,61 por ciento, disuade a muchos ahorradores de invertir o aportar en ellos. No obstante, desde Inverco señalan que reinvertir en un plan de pensiones la desgravación fiscal obtenida por él puede aumentar un 40 por ciento el importe recibido cuando llegue la jubilación.
La 'escasa' rentabilidad de los planes de pensiones en lo que va de año, un -0,61 por ciento, disuade a muchos ahorradores de invertir o aportar en ellos. No obstante, desde Inverco señalan que reinvertir en un plan de pensiones la desgravación fiscal obtenida por él puede aumentar un 40 por ciento el importe recibido cuando llegue la jubilación.
La preocupación de los ciudadanos por la continuidad del sistema público de pensiones sigue al alza, como lo refleja que en el último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) las pensiones son el quinto problema que más desasosiega a los españoles porque uno de sus principales objetivos es mantener su nivel de vida cuando se jubilen. Para conseguirlo, desde la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco) recomiendan ahorrar en planes de pensiones y reinvertir el ahorro fiscal generado por las aportaciones a estos planes, ya que con ello aumenta hasta un 40 por ciento el importe acumulado a la fecha de la jubilación.
Así lo confirma José Luis Manrique, director de Estudios del Observatorio Inverco, para quien «la reinversión del ahorro fiscal del plan de pensiones generado año a año facilita enormemente la consecución de nuestro objetivo de capital final acumulado para nuestra jubilación. De hecho, si no aprovecháramos el efecto del interés compuesto por la reinversión, el esfuerzo económico que tendríamos que hacer para conseguir el mismo capital, sería un 40 por ciento superior».
Los planes de pensiones permiten reducir directamente de la base imponible del IRPF las aportaciones realizadas durante el año anterior, con un máximo de 8.000 euros o el 30 por ciento de los rendimientos netos del trabajo, por lo que, según fuentes de Inverco, solo el diferimiento fiscal durante 20, 30 o 40 años supone «una ventaja fiscal muy relevante», ya que, aunque las prestaciones se gravan al tipo marginal del IRPF, se perciben durante la jubilación, fase en la que los impuestos generalmente son inferiores a los de la etapa activa. Este diferimientos fiscal permite, según fuentes de Inverco, «rentabilizar durante todos esos años las bonificaciones fiscales de cada ejercicio y amplificar dichos rendimientos debido al efecto que genera el interés compuesto».
Por lo tanto, el ahorro fiscal generado año a año, en forma de menor pago en la declaración de la renta o de mayor devolución, si se reinvierte en el propio o en otro plan hace que el importe acumulado en el momento de la jubilación sea un 40 por ciento superior.
Pero, a pesar de ello, Manrique considera que «desgraciadamente», las circunstancias personales «no permiten en muchos casos realizar esta reinversión, destinando dichos fondos a otros fines que, en función de la situación personal, pueden ser necesarios a corto plazo». No obstante, reconoce que «cada vez más partícipes incorporan esta disciplina a su ahorro en pensiones, percibiendo año a año sus extraordinarias ventajas».
Para Luis Vadillo, director del Instituto BBVA de Pensiones, empezar a ahorrar cuanto antes es la mejor estrategia para disfrutar de una buena pensión, y asegura que los planes «permiten la creación de un capital en el largo plazo gracias al efecto de capitalización, por el cual la rentabilidad que obtienen los activos en los que invierte el plan se reinvierte en el propio plan y multiplica el capital invertido con el paso del tiempo».
SUPUESTOS DE REINVERSIÓN
Inverco realiza dos supuestos de los beneficios generados por la reinversión del ahorro fiscal en el plan. Según la asociación, con aportaciones de 1.000 euros anuales, menos de 3 euros al día, un partícipe que haga una aportación anual de 1.000 euros acumularía un capital de 26.870 euros después de 20 años, sin reinvertir las deducciones fiscales anuales.
Pero reinvirtiendo en el plan de pensiones o en otro plan el ahorro fiscal de cada año, el saldo final acumulado ascendería a 37.326 euros, es decir, un 40 por ciento más.
Si la aportación es de 2.000 euros anuales, algo más de 5 euros al día, el importe acumulado se incrementa proporcionalmente. En este caso, la diferencia que supone la reinversión en el capital acumulado a 40 años supera los 60.000 euros.
RETORNOS MODERADOS
Las ventajas que el partícipe de un plan de pensiones obtiene debido al diferimiento fiscal «son positivas para el ahorro a largo plazo», asegura Manrique, pero no lo suficientemente atractivas para que los ciudadanos suscriban más planes de pensiones o aumenten sus aportaciones a ellos. Según datos de Fintonic solo un 13 por ciento de los españoles menores de 55 años tiene contratado un plan de pensiones. Y es que las rentabilidades que aportan los planes no siempre acompañan. Según datos de Inverco, en lo que va de año los planes de pensiones del sistema individual están dando una rentabilidad del -0,61 por ciento, debido al comportamiento negativo de la renta fija. No obstante, y a pesar de la volatilidad en los mercados financieros en mayo, los planes de renta variable y los de renta variable mixta experimentaron rentabilidades interanuales positivas del 0,65 por ciento y del 0,24 por ciento respectivamente.
Por lo que atañe al largo plazo, registran una rentabilidad media anual, neta de gastos y comisiones, del 3,95 por ciento para el total de planes. Mientras que en el medio plazo, entre 5 y 10 años, presentan un retorno medio anual del 3,09 por ciento y del 2,10 por ciento respectivamente.
MEJORAR LA FISCALIDAD
Una forma de animar a los ciudadanos a ahorrar para complementar su pensión de jubilación sería que el Gobierno llevara a cabo iniciativas para mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones. En opinión de Manrique, «sería lógico que los rendimientos del plan de pensiones fueran tratados como el resto de rendimientos financieros, y que fueran gravados al tipo mínimo de la base del ahorro, frente a lo que ocurre en la actualidad, que son gravados al tipo marginal del IRPF del partícipe en el momento de la prestación».
Otra ventaja de los planes de pensiones que, según Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS, puede animar a ahorrar en ellos es que el traspaso entre diferentes planes no tiene retenciones fiscales, «se puede alterar la cartera cuando se considere necesario sin coste impositivo», por lo que con la diversificación en diferentes tipos de plan «podemos conseguir un rendimiento reduciendo tanto la volatilidad de la inversión como la posibilidad de incurrir en pérdidas».
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