Las compañías británicas frenan sus planes de expansión por el "brexit"
Las compañías británicas prevén poner en suspenso sus planes de expansión y contratación ante la incertidumbre que ha generado el[…]
Las compañías británicas prevén poner en suspenso sus planes de expansión y contratación ante la incertidumbre que ha generado el "brexit", según un informe elaborado por el Banco de Inglaterra a partir de datos de 270 firmas.
El banco central advierte de que el crecimiento del gasto de los consumidores se ha ralentizado y la demanda de productos que requieren un gran desembolso ha caído tras el referéndum sobre la Unión Europea (UE) del 23 de junio.
Algunos analistas sostienen que la economía británica podría entrar en recesión en los próximos meses ante la incertidumbre que ha generado del "brexit".
"La encuesta que sugiere que las empresas británicas están frenando sus planes de expansión es consistente con el consenso general entre los economistas de que el Reino Unido sufrirá una suave recesión durante los próximos seis a doce meses", afirmó el economista del banco ING, James Knightley, a la agencia local PA.
Tras anunciar nuevas medidas de estímulo para impulsar la economía la semana pasada, el Banco de Inglaterra informó hoy de que no pudo cumplir el martes con sus objetivos de compra de deuda establecidos en su programa.
El banco emisor esperaba comprar bonos por valor de 1.170 millones de libras (1.350 millones de euros), pero no pudo adquirir 52 millones de libras (60 millones de euros) de esa cantidad, situación inédita desde que lanzó su plan de "expansión cuantitativo" en 2009.
Ese revés se produce después de que el Banco de Inglaterra rebajara la semana pasada sus tipos de interés al mínimo histórico del 0,25 %.
El influyente Instituto de Estudios Fiscales británico (IFS, en inglés) señaló por su parte en un informe que perder el acceso al mercado único europeo supondría una pérdida potencial del 4 % del producto interior bruto (PIB) para el Reino Unido.
Los economistas de ese grupo de análisis sostienen que el precio que debería pagar Londres por su acceso al mercado común como miembro externo a la Unión Europea es pequeño comparado con los beneficios para el país en comercio, finanzas públicas y calidad de vida que permite el acuerdo comercial con Europa.