¿Por qué hemos comprado renta variable china para nuestras carteras?
El índice S&P 500 ha subido 11,1% en enero y febrero, el mejor inicio de año desde 1991, con los[…]
El índice S&P 500 ha subido 11,1% en enero y febrero, el mejor inicio de año desde 1991, con los beneficios y previsiones de las empresas en general mejores de lo esperado. Pero el rebote es atribuible principalmente a salida de posiciones cortas y las cotizaciones ya están bastante en precio. Ahora necesitamos estabilización de las previsiones de beneficios para estar más alcistas. De hecho hemos aprovechado para recoger beneficios en renta variable global, reinvirtiendo parte en deuda de mercados emergentes en moneda local, que ofrece rentabilidades reales más atractivas que las de los desarrollados, especialmente teniendo en cuenta la inflación limitada y expectativa de mayor debilidad del dólar este año.
En este tiempo el PMI manufacturero chino ha descendido a 49,2 en febrero, tras 49,5 en enero, con el subíndice de producción en contracción y el de nuevos pedidos de vuelta a territorio expansivo. Estos informes, a pesar del crecimiento del crédito en enero, son consistentes con una mayor desaceleración de la economía China. De todas formas confiamos en que el estímulo del Gobierno chino junto con la determinación de Trump de asegurar un acuerdo comercial sean buen augurio y hemos comprado renta variable china para las carteras. Hay que tener en cuenta que la decisión de MSCI de incrementar gradualmente las acciones "A" chinas desde un peso de 5% hasta el 20% en 2019 aumentarán su ponderación en el índice MSCI Emerging Markets de 0,71% a 3,3% para noviembre y puede haber entradas en renta variable china de hasta 125.000 millones de dólares este año.
Ahora bien, el comercio mundial, afectado por la disputa comercial de EEUU y China se contrajo por segundo mes en diciembre, sobre todo en Asia. Además ha habido noticias decepcionantes de China (el índice PMI), Brasil (cifras de PIB del cuarto trimestre) y Corea del Sur (las exportaciones), aunque los flujos de inversión en emergentes ya han sido mayores que en todo 2018.
Por otra parte el índice de sentimiento económico en la euro zona ha bajado en febrero, con la confianza industrial en territorio negativo y el índice de servicios habiendo subido ligeramente, confirmando que la demanda interna sigue resistente, pero la exportación obstaculizada por debilitamiento de la demanda externa y del comercio mundial.
De todas formas hay menor riesgo de Brexit 'sin acuerdo' después de que Jeremy Corbyn haya confirmado el apoyo del partido laborista a un segundo referéndum y Theresa May se haya comprometido, si su acuerdo no consigue respaldo del Parlamento el 12 de marzo, a una votación para descartar un Brexit 'sin acuerdo' el 13, seguida de votación para prorrogar el Artículo 50 el 14 de Marzo. De manera que la rentabilidad a vencimiento de los bonos soberanos a diez años de Reino Unido ha llegado a subir hasta 1,31%, siendo objeto de venta masiva, con la libra frente al euro en máximos de julio de 2018. Pero, aunque creemos que se evitará un Brexit 'sin acuerdo' permanecemos infra-ponderados en renta variable del Reino Unido dados los daños que la incertidumbre ya ha causado a su inversión manufacturera y seguimos cautelosos a corto plazo con la libra dada la alta incertidumbre.
Estimamos que los bancos centrales apoyarán los mercados financieros, lo que debe facilitar modestas rentabilidades en activos de riesgo, si bien, más que nunca, se necesita un enfoque ágil y táctico para invertir.
En este estado de cosas nuestra estrategia de retorno absoluto en todas las condiciones del mercado muestra este año resultados positivos en deuda de alta rentabilidad de Asia, acciones del sector seguros europeas y sector biotecnológico. Consideramos que hay valor relativo atractivo en tipos de interés de deuda soberana, estilos de acciones, acciones por regiones y deuda de alta rentabilidad.
César Pérez, director global de inversiones de Pictet WM.