Estos jubilados no verán un aumento de la pensión en 2025
La Seguridad Social revalorizó las pensiones un 2,8% en 2025, teniendo en cuenta el IPC del año anterior
La pensión es una prestación económica que se cobra mensualmente por diversas circunstancias. La más común es la de jubilación, que se abona a todas aquellas personas que han terminado su vida laboral. El objetivo es que continúen recibiendo dinero una vez alcancen la edad real de retiro.
Todos los años, la Seguridad Social, organismo público encargado de gestionar las pensiones, revaloriza la cuantía acorde al Índice de los precios al consumidor (IPC). El objetivo de esta medida es que la subida de los precios no afecte al poder adquisitivo de este colectivo, evitando que haya un impacto.
En 2025, las pensiones subieron casi un 3%, pues el IPC anual en 2024 se situó en torno al 2,9%. Ahora bien, no todas las pensiones subirán igual, tal y como ha anunciado la Seguridad Social. Con la subida de 2025, la pensión mínima contributiva se sitúa en 12.241,60 euros anuales, y la máxima en 3.267,60 euros mensuales.
Cabe señalar que cada cuantía es diferente, pues depende de los años cotizados y la base de cotización. Además, si una persona alcanza la edad para poder optar por una jubilación anticipada y decide terminar con su vida laboral, cobrará menos dinero hasta que llegue a los 66 años y 8 meses, la edad ordinaria establecida en 2025.
En el otro lado de la balanza nos encontramos a aquellas personas que deciden por voluntad propia seguir trabajando más allá de los 36 años y 6 meses. En este caso, la persona puede aumentar los años cotizados y la base para aumentar la cuantía final de su pensión. Además, con la denominada jubilación demorada, se recibirá un complemento económico por cada año adicional trabajado tras cumplir la edad ordinaria.
Los jubilados que no tendrán un aumento en su pensión
Como hemos mencionado anteriormente, hay un grupo de jubilados que no recibirán el incremento adicional. Los trabajadores que hayan cotizado más de 36 años y 6 meses y decidan retirarse a la edad ordinaria no tiene derecho al incremento, según ha confirmado la Seguridad Social.
A pesar del esfuerzo extra de quienes han superado ampliamente ese umbral, no se aplican bonificaciones si no se retrasa la jubilación. Este mecanismo forma parte de la normativa actual que tiene como objetivo el incentivar que los trabajadores se retiren más tarde, es decir, que sigan cotizando más allá de los 66 años y 8 meses.
Por lo tanto, solo quienes retrasen su jubilación más allá de la edad legal podrán acceder a un incremento adicional anual en su pensión por cada año completo trabajado de más. Esta tasa se establece en un 4% extra, que se suma a revalorización que se realiza todos los años.
Con la jubilación demorada, el trabajador que siga en activo después de la edad legal, puede recibir las siguientes bonificaciones:
- Seis meses más de trabajo, un 2% más de pensión.
- 1 año más de trabajo, un 4% más.
- 2 años más de trabajo, un 8% más.
Eso sí, esta opción requiere mantenerse en alta laboral y seguir cotizando. Esta opción es perfecta para aquellas personas que quieran seguir trabajando y cotizando para aumentar su pensión hasta un 4% anual, incluso por encima del tope máximo establecido.