Un exministro o el presidente del BCP, posibles sucesores al frente de la CGD

El exministro de Sanidad Paulo Macedo, el actual presidente del Banco Comercial Portugués (BCP), Nuno Amado, y el expresidente del supervisor bursátil luso, Carlos Tavares, son los nombres que apunta la prensa lusa para presidir la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD).

Tras la dimisión en las últimas horas del actual presidente, António Domingues, y de otros seis miembros del Consejo de Administración, el Gobierno luso debe nombrar a un nuevo presidente para el mayor banco de Portugal, de capital estatal.

El primer ministro luso, António Costa, avanzó hoy en declaraciones a periodistas que el sustituto de Domingues será presentado esta misma semana.

Entre los nombres que maneja la prensa lusa como posibles sucesores figura Paulo Macedo, que fue ministro de Sanidad en el anterior Gobierno, de signo conservador.

También tiene experiencia profesional en el sector financiero, ya que actualmente es administrador del grupo luso de seguros Ocidental y en el pasado formó parte de la administración del BCP.

Otro de los candidatos que baraja el Ejecutivo es precisamente el actual presidente del BCP, Nuno Amado, que podría dejar el mando del mayor banco privado de Portugal para pasar a la CGD.

Carlos Tavares, que acaba de salir de la presidencia de la Comisión del Mercado de Valores (CMVM), sería una tercera opción y también cuenta con experiencia política, pues fue ministro de Economía durante el Gobierno de José Manuel Durão Barroso (2002-2004).

La dimisión de António Domingues al frente de la CGD, donde inició su mandato hace apenas tres meses, estuvo precedida de una enorme polémica en las últimas semanas.

Su renuncia se produjo después de que el Parlamento luso aprobase, con la oposición del gobernante Partido Socialista, una propuesta que obliga a los administradores de la CGD a presentar su declaración de la renta y patrimonio al Tribunal Constitucional.

La CGD es el mayor banco de Portugal en volumen de activos y actualmente se encuentra en proceso de ser recapitalizada, después de que el pasado agosto el Gobierno portugués y Bruselas acordaran reforzar el capital del banco con hasta cerca de 5.000 millones de euros.