¿Necesita Grifols una transfusión de sangre?
Los resultados han apuntado a un mayor deterioro de los márgenes, la principal debilidad de la compañía. Mientras el valor ha perdido un 18 por ciento desde los máximos del año pasado, los analistas están divididos respecto al valor
Corren malos tiempos para el que antaño fuera uno de los niños bonitos de la bolsa española. Grifols, la compañía de hemoderivados hasta hace poco considerada un valor refugio similar a Inditex o Amadeus, pierde más de un 18 por ciento desde los máximos del año pasado y, recientemente, ha vuelto a decepcionar al mercado con la publicación de unos resultados que vuelven a arrojar dudas sobre los márgenes, uno de los capítulos que más preocupa a los inversores.
En concreto, Grifols anunció un deterioro de los márgenes en el primer trimestre de 2016 hasta el 29,5 por ciento, desde el 30,8 por ciento registrado en el mismo periodo del año pasado. Una noticia que ha disgustado a los analistas, por mucho que las ventas hayan crecido un 5,6 por ciento hasta los 958,9 millones de euros. «Se trata de unos resultados francamente débiles y que ahondan en el deterioro de los márgenes», han apuntado los analistas de Bankinter, en una nota en la que avisan de que probablemente revisarán a la baja el precio objetivo de la compañía y la recomendación de compra, actualmente en «neutral».
Y es que llueve sobre mojado y no parece que vaya a escampar en cuestión de márgenes, un capítulo que empezó a erosionarse con la incorporación del negocio de diagnóstico de Novartis a la empresa. Javier Mielgo, de Mirabaud Securities en España, lo explica así: «Hay varios factores que marcan el deterioro de los márgenes y no van a desaparecer. Por ejemplo, el final de unos royalties de Novartis, que aportaban unos ingresos con un margen muy elevado; o el mayor coste del plasma debido a la apertura de nuevos centros de recogida, que suelen tener una rentabilidad muy baja e incluso negativa en los primeros meses. También influye que Grifols tenga dos plantas abiertas en Clayton», dice Mielgo.
Si bien, este experto apunta que parte de este deterioro se debe a la inversión en nueva capacidad, algo positivo para la compañía en el largo plazo. Asimismo, opina que el problema de los márgenes va a destacar cada vez menos a partir del año que viene, al realizarse la comparación respecto a cifras cada vez menos exigentes. Más allá de eso, le sigue pareciendo una compañía «de calidad» en un sector que le «encanta», por mucho que el mercado la haya castigado porque la «profunda erosión de sus márgenes» y la caída del beneficio no se corresponden con un «equity history» basado en un crecimiento sano y sostenible.
Mielgo justifica la buena imagen que tiene de Grifols -a la que otorga un precio objetivo de 22,5 euros con recomendación de «compra»- en una demanda de productos que sigue «muy fuerte» y en que la prima con la que cotiza respecto al Ibex está muy por debajo de la media histórica. Asimismo, destaca que se ha estabilizado la presión competitiva en Estados Unidos, otro tema de preocupación hace algunos meses.
«Es una compañía de calidad que no puedes analizar quedándote en el corto plazo. Puede crecer de manera sostenible en el medio largo-plazo, con unas perspectivas a nivel de industria difícilmente comparables. Por eso nos gusta, porque es bastante diferencial», sentencia Mielgo.
Catalizadores
También Carolina Morcos, de Renta 4, es positiva con el valor, cuyos títulos recomienda «sobreponderar» con la vista puesta en los siguientes catalizadores: «La depreciación del euro con respecto al dólar» (al realizar Grifols muchas de sus ventas en billetes verdes) y «la convocatoria de concursos de suministro de plasma retrasados o cancelados durante 2015».
Asimismo, la analista de Renta 4 destaca como Mielgo «la estrategia de la compañía basada en incrementar su capacidad industrial y de obtención de plasma mediante la apertura de nuevos centros de donación en Estados Unidos».
En lo que no están de acuerdo Mielgo y Morcos es en el tipo de títulos que conviene comprar. Mielgo prefiere las acciones B (sin derechos de voto pero con descuento), preferiblemente compradas en el mercado americano, donde hay más liquidez. Por su parte, Morcos optaría por las A, más caras pero más líquidas.
Sin embargo, no todos los analistas son tan benevolentes con la compañía catalana de hemoderivados. Jesús de Blas, de Crédit Agricole-Mercagentes, explica que Grifols ha gozado de muy buena prensa entre los inversores institucionales, sobre todo extranjeros, y todavía sigue gozando de cierto favor «pese a los márgenes presionados». Esto se debe a lo bien que lo ha hecho en el pasado a nivel bursátil y a la buena evolución del negocio en Estados Unidos.
No obstante, De Blas no entraría ahora mismo en el valor. «Es verdad que la caída que ha tenido es tan fuerte que ha hecho que cotice a ratios menos exigentes de los que ya estaba pero todavía no está barato. Sigue manteniendo ese aura de valor defensivo con muy poca exposición doméstica y, por eso, baja menos en días de caídas. Pero el tema de los márgenes cada vez se mira con más detalle», cuenta.
Precisamente por su carácter defensivo, «Grifols no va a ser el valor que más suba si el mercado rebota» en su opinión, por lo que De Blas optaría por otras opciones si se quiere tener exposición a la bolsa o incluso compraría índices en general a la espera del rebote.