Los ahorradores evitan los productos bursátiles para escapar de las turbulencias

Las nuevas suscripciones a fondos y aportaciones a planes de pensiones se reducen un 13% mientras se mantiene estable el dinero en los depósitos.

Las familias no están dispuestas a arriesgar el poco dinero que consiguen ahorrar cada año -un 9,5% de su renta- en productos ligados a los mercados bursátiles. Menos aún después de los vaivenes que han registrado las bolsas en los últimos meses. Los españoles huyen de las inversiones en las que puedan poner algún euro en riesgo. La participación de los ciudadanos en los activos de inversión colectiva, como los fondos o los planes de pensiones, con nuevos traspasos de dinero a estos fines se redujo un 13% en 2015, según los datos actualizados de Inverco, la patronal del sector.

Las suscripciones a fondos de inversión se situaron en los 49.080 millones, frente a los 56.668 que habían ahorrado el año anterior. Es decir, 7.588 millones menos en un ejercicio en el que plazas como el Ibex-35 se dejaron un 7%. El volumen acumulado en 2015 es el segundo mejor en la historia de la inversión colectiva, pero la sangría interanual refleja el temor de los inversores a las pérdidas acumuladas en las bolsas, sobre todo en el último tramo del año pasado.

A pesar de esta reducción en las nuevas suscripciones, el patrimonio gestionado por el conjunto de fondos de inversión mejoró un 16,6% hasta alcanzar los 373.090 millones, unos 53.100 millones más que en el ejercicio anterior. En tres años, este volumen ha aumentado un 83%, gracias a los registros de las alternativas -acciones, deuda, índices...- que han permitido acumular más activos en las carteras. Sin embargo para este año, Inverco prevé que el crecimiento del patrimonio sea la mitad del que tuvo en 2015: un 7,7% más. «Parece que la volatilidad va a estar instalada todo el año», advertía el presidente de la asociación, Ángel Martínez-Aldama, durante la presentación del informe anual. Por su parte, Asunción Ortega, presidenta de la Agrupación de Instituciones de Inversión Colectiva de la organización, afirmó que «los inversores necesitan serenidad para adentrarse en los fondos».

La rentabilidad media de estos productos se situó en el 0,99% el año pasado, liderada por algunas categorías de fondos ligadas a las bolsas internacionales frente a los de deuda o los de tipo variable.

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El ahorro destinado a la jubilación tampoco ha encontrado un sendero firme para aumentar en los últimos 12 meses. Las aportaciones destinadas a las diferentes tipologías de planes de pensiones que conviven en el mercado redujeron su importe con respecto al año anterior. En concreto, se destinaron 4.718 millones de euros a este fin, de los cuales 3.590 millones correspondieron a los planes individuales. Supone un descenso del 13% con respecto a 2014 y, además, la primera caída desde el año 2012.

Planear la jubilación, un mito

Desde que comenzara la crisis económica, el sector de la previsión para la jubilación no ha conseguido iniciar una senda alcista de partícipes. De hecho, más de 530.000 parados de larga duración han sacado sus ahorros de los planes -la ley les permite esta contingencia- en los siete años de crisis económica.

A pesar de este comportamiento de los hogares, con menos renta disponible para poder destinar parte de sus ahorros a los planes de previsión, el patrimonio del conjunto de planes de pensiones mejoró un 4% el año pasado hasta alcanzar los 104.518 millones por el comportamiento de los mercados hasta el verano. La mayoría de las inversiones se destinan a planes de tipo mixto (un 44,2% del total), seguidos por los garantizados (un 21,2%). Y su rentabilidad media se situó en el 1,7% a un año vista.

El presidente de Inverco insistió en que «debería incentivarse el ahorro a través de planes de pensiones privados» que complementen a las prestaciones públicas. Martínez-Aldama sostiene que la legislación tendría que fomentar los planes de empleo en los que las empresas aporten parte del salario de sus trabajadores para la jubilación. Las previsiones de la organización para estos productos pasan por un incremento del volumen gestionado del 1,9%.

Por ahora, las familias españolas siguen confiando en el depósito bancario como fórmula para canalizar sus ahorros. «Es verdad que estos productos no ofrecen mucha rentabilidad, pero influye más la estabilización que tengan los mercados», según Ángel Martínez-Aldama. Las cuentas a plazo aglutinan el 38,7% de los ahorros de los hogares, apenas dos décimas menos que en 2014. España es el país europeo en el que más se usan los depósitos, sólo por detrás de Portugal. Sin embargo, la media de la Unión Europea se sitúa en el 30%, con algunos Estados en los que la participación de los depósitos en los ahorros no alcanza el 24%, como en Reino Unido, o el 22% de Holanda.

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