La gran corrección bursátil acecha

Los inversores profesionales esperan una caída en el mercado de valores del 5-10 por ciento antes de final de año

Las alertas sobre una inminente gran corrección en los mercados de valores se repiten en las últimas semanas. 

Suele ser algo frecuente cuando las bolsas han subido mucho –como sucede este ejercicio- y los expertos no detectan nuevos catalizadores que justifiquen más máximos históricos. 

A estas señales hay que darle una importancia relativa, porque no dejan de ser el reflejo de un sentimiento del mercado.  

Pero la publicación de una reciente encuesta por parte de Deutsche Bank da una serie de claves en las que merece la pena detenerse. 

Los inversores de todo el mundo coinciden en su diagnóstico 

El banco alemán ha sondeado sobre la evolución de la bolsa a corto plazo a más de 550 inversores profesionales de todo el mundo. 

Y la respuesta ha sido abrumadora: el mercado de valores sufrirá una corrección del 5-10 por ciento a finales de año. 

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Casi el 60 por ciento de los encuestados entre el 7 y el 9 de septiembre están convencidos de que los títulos bursátiles se desangrarán en el último trimestre del ejercicio. 

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Covid e inflación, los factores que preocupan a los mercados 

Dos son los factores que inquietan especialmente a los profesionales del mercado consultados por Deutsche Bank en todo el mundo: el Covid-19 y la inflación

La pandemia no se va. Y los participantes en la encuesta temen a las nuevas variantes del virus que eluden la eficacia de las vacunas y pueden frenar la recuperación económica. 

Respecto a la inflación, la mayoría respalda la tesis de los bancos centrales de que la subida es transitoria, aunque el apoyo va decayendo. 

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En este caso, las dudas se van a despejar muy pronto. Este martes, en los Estados Unidos se conocerá la tasa de inflación de agosto. 

Previsiones de caída para la inflación 

En julio se situó en el 5,4 por ciento y las previsiones apuntan a una caída de una décima. Todo lo que no sea un retroceso en la tasa interanual pondrá en apuros a los bancos centrales. 

Si los precios vuelven a subir se desmorona el planteamiento de Powell y Lagarde de que el repunte de la inflación es efímero y la presión por parte de los halcones será tremenda para que se acelere el recorte de estímulos. 

Sería una mala noticia para los mercados, porque una semana después se celebra la reunión de la Fed y su presidente podría anunciar medidas que aterrorizan a las bolsas.

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El IBEX saldría mal parado 

Al IBEX 35 le cogería en una situación delicada. Tal y como sucedió durante la pandemia, el indicador español vuelve a dar síntomas de una elevada vulnerabilidad. 

En las últimas sesiones no solo se ha alejado del nivel de los 9.000 puntos, sino que ha perdido los 8.900 y los 8.800. 

Por debajo de este nivel, tendría que defender los 8.500-8.250 puntos para evitar caer hasta los 8.000 puntos y complicarse el cierre del año. 

Si se cumplen los temores de los inversores a nivel global y la corrección que acecha a las bolsas es una realidad, el IBEX 35 sería uno de los indicadores que peor parado saldrían. 

Aunque su comportamiento es peor que el del resto de las plazas bursátiles mundiales, eso no le libraría de caer al mismo ritmo que ellas. 

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La amenaza de acabar a finales de año cerca de los 7.000 puntos estaría muy presente.

Los síntomas que deja la tasa Tobin 

Hablamos de otro ejercicio perdido, de alejarse todavía más de los niveles en los que cotizaba antes de la pandemia, por encima de los 10.000 puntos. 

La ridícula primera liquidación de la tasa Tobin (en el primer semestre se ha recaudado un 15 por ciento del total previsto por el Gobierno para el conjunto del ejercicio) es un síntoma de la desconfianza que generan los valores españoles. 

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