La Bolsa española encadena tres semanas de ganancias al subir el 1,31 %

La Bolsa española ha encadenado su tercera semana consecutiva de ganancias al subir el 1,31 %, revalorización que, aunque llegó a superar el 2 %, se ha visto recortada por la caída del viernes, cuando se dejó el 0,83 %.

Como consecuencia de este retroceso, la Bolsa española no ha podido mantener los 9.100 puntos, pero sí el nivel de 9.000 (9.025,50), y liderar en Europa, ya que en el Viejo Continente los principales mercados han cerrado la semana a la baja; Londres ha perdido el 1,71 %; París, el 1,12 %; Fráncfort, el 1,03 % y Milán, el 0,16 %.

La Bolsa española se ha desmarcado del resto de Europa en una semana marcada por la volatilidad del crudo y la positiva evolución de la banca y los grandes valores, pero en la que la atención ha estado en la Reserva Federal de EEUU (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE).

La Bolsa española inició la semana con ánimo, con una revalorización del 0,50 % con la que sumó su quinta jornada consecutiva al alza.

Las compañías más ligadas al acero y Telefónica, que anunció la salida a Bolsa del 25 % de su filial de Infraestructuras, Telxius, durante el segundo semestre, apoyaron el avance del mercado, que no obstante, volvía a quedarse a las puertas de 9.000 puntos.

La publicación de algunos datos macroeconómicos españoles positivos como el del sector servicios y el de la confianza de los consumidores animaron al selectivo, que ese día operó sin la referencia de Wall Street, cerrado por el "Día del Trabajo".

El martes, el IBEX 35 registró un descenso del 0,60 % pese a que se supo que en el segundo trimestre la economía de la zona euro había crecido el 0,3 %.

Un dato positivo que animó a la Bolsa española, que cotizó al alza durante la mayor parte de la sesión.

Pese a ello, la Bolsa española cerró finalmente a la baja, presionada por la caída del crudo, después de que fracasara el acuerdo entre Rusia y Arabia Saudí para estabilizar su precio.

No obstante, lo que más afectó al mercado fue la publicación de un dato peor de lo previsto del sector servicios en EEUU.

La caída de la actividad del sector de servicios de ese país sentó como un jarro de agua fría al mercado europeo, aunque no tanto a Wall Street, que consideró que esto ayudará a alejar la posibilidad de que la Fed suba los tipos de interés.

Así, ese mismo día, Wall Street terminó con ganancias y un nuevo récord histórico del índice Nasdaq.

La tendencia positiva de Wall Street del martes se contagio el miércoles en la Bolsa española, que pese al traspié previo, consiguió cerrar con una revalorización del 1,30 %.

Un avance con el que consiguió situarse en máximos desde finales de mayo, por encima de 9.000 puntos.

Los grandes valores y las compañías ligadas al acero ayudaron al IBEX 35 a conseguir este objetivo que llevaba buscando varias sesiones, y que logró, pese a conocerse que la producción industrial de Alemania había caído en julio.

Ese mismo día, los inversores ya tenían la atención puesta en la publicación del "Libro Beige" de la Fed y a la reunión del jueves del BCE, a pesar de que no se esperaba ningún cambio en la política monetaria.

El "Libro Beige" desveló que la economía estadounidense sigue con una expansión "modesta", con presiones inflacionarias aún "ligeras" y ciertas dudas debido a la "incertidumbre" sobre las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

Una declaración con la que se mantienen las dudas acerca de si la Fed subirá los tipos de interés en los próximos meses.

Tras conocerse la declaración de la Fed, los inversores se centraron en la reunión del BCE del jueves en la que decidió no llevar a cabo ningún cambio en su política monetaria.

La decisión del organismo de no ampliar el programa de compra de deuda más allá de marzo de 2017, según los expertos, desencanto al mercado nacional, que aunque por este motivo llegó a situarse en terreno negativo, finalmente terminó la jornada con un alza del 0,95 %, con la que logró renovar sus máximos desde mayo, por encima de 9.100 puntos (9.101,10).

El viernes, la Bolsa española, que abrió con la intención de recoger beneficios, cerró a la baja, arrastrada por la fuerte caída del crudo y Wall Street, tras los llamamientos de algunos miembros de la Fed a subir ya los tipos de interés.

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