¿Estamos ante la burbuja del euro?

En el mundo financiero, nos gusta hablar de burbujas. O, más bien, de deliberar si pueden o no formarse "bolsas"[…]

En el mundo financiero, nos gusta hablar de burbujas. O, más bien, de deliberar si pueden o no formarse "bolsas" de inversión con un alto riesgo de explotar en el corto plazo. En la actualidad, es la fuerte subida del euro la que invita a retomar este tipo de tertulias. En los últimos días, ha rebasado los 1,47 dólares, un nivel que no alcanzaba desde hace 12 meses. Se encamina así a su máximo histórico de julio de 2008, cuando tocó los 1,59 dólares. ¿Seguirá subiendo o conviene ir adoptando posiciones conservadoras y tratar de cubrir la divisa ante posibles caídas frente al dólar? ¿Se convertirá la divisa europea en la moneda de referencia mundial?

La mejora del euro coincide con la recuperación de las Bolsas y con la mayor apetencia por el riesgo. Y también es cierto que el dólar está perdiendo algo de peso como divisa reserva internacional y que algunos países emergentes están intentando cambiar dólares por oro. Pero nada significativo. Parece, de nuevo, que es la especulación la que vuelve a ganar la partida como justificación del actual tirón del euro.

Numerosos gestores advierten de que la remontada de la divisa europea se debe, sobre todo, al denominado "carry trade", una operativa que consiste en invertir en divisas con tipos de interés altos (como el euro) y endeudarse en las que cuentan con tipos bajos (como el dólar). Una práctica sólo al alcance de los inversores más cualificados, pero que puede afectar al pequeño inversor. Sobre todo, porque la dificultad para realizar un análisis fundamental y técnico del movimiento tiene desorientadas a numerosas casas de análisis, de las que parten los estudios que luego siguen los gestores de fondos. Algunas estiman que el euro seguirá subiendo y que incluso superará los 1,50 dólares. Otras ven al euro en 1,35 dólares a tres meses vista. ¿Hacia dónde va entonces el euro?

Mucha incertidumbre y dos caminos posibles. Ahora, el dólar está barato y muchos inversores sofisticados optan por usarlo como moneda de financiación. Pero no es descabellado pensar que esto cambie en cuanto la recuperación económica se confirme y la Administración Obama así lo considere oportuno. En este caso, el Banco Central Europeo tendrá que ponerse las pilas para hacer valer una moneda que, en los últimos años, ha estado fuerte no por mérito propio sino por la buscada y fomentada debilidad del dólar.

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