El Ibex-35 salva los 8.900 tras una nueva decepción económica en EE.UU.

La desaceleración se amplía porque cada vez afecta a más actividades económicas y a más geografías. El cúmulo de malos datos económicos en Estados Unidos ha provocado un verdadero shock y ni siquiera la probable nueva actuación de la Fed sirve de consuelo

Las Bolsas registraban un ligero rebote tras los fuertes descensos sufridos en la sesión de ayer hasta que a las cuatro de la tarde se vinieron abajo de repente. Tal y como se temía, el ISM del sector servicios americano correspondiente al mes de septiembre decepcionó: cayó desde los 56,4 puntos de septiembre hasta los 52,6 puntos, mínimos de tres años, cuando se esperaba que se colocara en los 55 puntos. Ello tiene lugar después de otros dos datos muy preocupantes de la economía estadounidense: el martes se publicó un ISM del sector industrial por debajo del nivel de los 50 puntos, es decir, en zona contractiva y en mínimos de diez años, contra pronóstico; y ayer, un informe sobre el empleo privado, que se colocó por debajo de lo esperado por los analistas. Ello implica que la crisis industrial está comenzando a afectar al sector servicios y también, posiblemente, al empleo. Mañana se publicará el informe oficial del mercado de trabajo estadounidense. Se espera que la tasa de paro se haya mantenido en el 3,7%, con una creación de 146.000 nuevos empleos en septiembre. Cualquier desviación respecto a este escenario puede tener un gran impacto en los mercados. 

Si el Ibex-35, durante la mayor parte de la sesión estuvo oscilando alrededor de los 8.940 puntos, marcó mínimos pasadas las cuatro de la tarde en el entorno de los 8.850 puntos tras la publicación del dato americano. Pero al cierre logró recortar las pérdidas: al final, se dejó un 0,11%, para salvar los 8.900 puntos (dio un último cambio en los 8.902,2 puntos). Ello, después de sufrir ayer la caída más importante en dos años.

En el selectivo español, una docena de valores cerraron en verde. Encabezaron los ascensos Colonial, Amadeus y el Sabadell, que registraron ganancias de poco más de un punto porcentual. Ferrovial se anotó un 0,99%. 

En rojo, Cie Automotive fue el valor que más cayó, con un recorte del 5,58%. Acerinox bajó algo más de un 3%. Ence, Indra, Siemens Gamesa e IAG perdieron más de dos puntos porcentuales. 

Otros indicadores lo hicieron mejor que el Ibex-35: el Cac 40 francés cerró al alza, con una subida del 0,30%; mientras, el Ftse Mib de Milán cerró prácticamente en tablas. El PSI-20 de Lisboa retrocedió un 0,34%. Y el Ftse 100 británico se dejó un 0,63%. El Dax alemán no operó por la celebración del día de la reunificación del país. 

En Wall Street, los índices estaban ligeramente en verde. El Dow Jones estaba prácticamente plano al cierre de la Bolsa europea, mientras que el S&P500 se anotaba un 0,10% y el Nasdaq ganaba alrededor de medio punto porcentual.

Los tipos de los bonos caen y el dólar pierde valor

El pesimismo económico se observó no sólo en el mercado de renta variable, sino también en el de renta fija. Así, la rentabilidad del bono americano a diez años retrocedió desde el 1,60% hasta el 1,54%. Mientras, el rendimiento del título alemán pasó del -0,55% al -0,59%. Y el de su comparable español retrocedió desde el 0,17% hasta el 0,14%. 

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En los cortos plazos el movimiento fue aún más importante, especialmente en Estados Unidos: la rentabilidad del bono americano a dos años cayó desde el 1,48% hasta el 1,38%. 

Como consecuencia de los datos macro americanos, el euro volvió a apreciarse contra el dólar. La moneda comunitaria avanzaba al cierre un 0,3%, hasta el nivel de 1,099 unidades. El billete verde se depreció contra el conjunto de principales monedas del mundo. 

Los malos datos macro estadounidenses están incrementando la probabilidad de una respuesta por parte de la Reserva Federal norteamericana. Eso fue lo que se leyó en los bonos y en el mercado de divisas. Pero los inversores no celebran ya la posibilidad de que los bancos centrales salgan al rescate con compras de activos de riesgo. Porque subyace un escenario económico muy malo. El recorte de los tipos de interés que ya casi se dar por hecho que acometerá la Fed a finales de este mes sería el tercero que realiza este año. Y hay analistas que anticipan muchas bajadas más de los tipos de interés, como Chris Rupkey, de MUFG Union Bank.

Quizás el elemento diferencial por el que los mercados esta semana están sufriendo más está en que la desaceleración se está agravando rápidamente en Estados Unidos, el motor global. Que esta mañana el indicador del sector servicios de la zona euro se colocara por debajo de lo esperado por los analistas no tuvo tal impacto negativo en las Bolsas como el que por la tarde conocimos al otro lado del Atlántico. Y tampoco tuvo demasiado impacto el anuncio de los aranceles americanos contra Europa. 

En el mercado de materias primas, el petróleo encadenó su quinta sesión consecutiva de pérdidas: el barril de Brent se dejaba un 0,90% al cierre, hasta los 57,17 dólares, otro mínimo desde agosto. 

El precio del oro, en cambio, registraba su tercera sesión al alza: al cierre se apuntaba un 0,76%, hasta los 1.510 dólares. 

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