El BCE estudia un nuevo programa de compra de bonos

El nuevo programa de compras que prepara el BCE quiere evitar que se dispare la deuda de los países del sur de Europa cuando el PEPP finalice

El Banco Central Europeo (BCE) estaría estudiando un programa de compras de bonos para cuando el PEPP (programa de compras pandémico) acabara en marzo de 2022.

El principal motivo es que el organismo quiere evitar que haya un repunte de la deuda de los países con mayores déficits, entre ellos los del sur de Europa (como Italia y España) una vez que el BCE deje de comprar sus bonos.

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Y es que las compras del BCE actúan como una red de seguridad para ambos países. Cabría esperar que, una vez que dejara de comprar el organismo responsable de la política monetaria, sufrieran un repunte.

La discusión en el seno del banco lleva ya semanas rondando, cuando el miembro del BCE y presidente del banco central de Estonia, Madis Müller, reconoció que una de las opciones era aumentar el programa de expansión quantitativa (APP) que realiza compras a razón de 20.000 millones de euros al mes, aunque señaló que no era necesariamente la mejor opción para “mantener la fluidez del mercado”.

Evitar la subida de spreads

Tal iniciativa actuaría como una medida de seguro en caso de que el final programado en marzo del llamado Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP por sus siglas en inglés) de 1,85 billones de euros,  provoque una liquidación del mercado de bonos de países altamente endeudados como Italia y España.

Recordamos que, al principio de la pandemia, y a pesar de que el BCE seguía comprando bonos de estos estados, el interés de su deuda repuntó.

Esto se vio, además, agravado por el error de novata que cometió la presidenta del BCE, Christine Lagarde, cuando dijo que el organismo no estaba para “cerrar los diferenciales”.

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Como consecuencia, la prima de riesgo de España se situó en los 124 puntos, máximos de 2017 y la rentabilidad del bono a diez años pasó al 0,84 por ciento. Las cosas no fueron mejores para nuestro vecino italiano, ya que la rentabilidad rozó el 2 por ciento con la prima tocando los 220 puntos básicos.

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Los problemas para justificarlo

Si finalmente el BCE articula un programa de este tipo tendría serias dificultades para justificarlo ante los ‘halcones’ del banco.

El PEPP se aprobó para promover la recuperación económica tras la crisis provocada por el estallido de la pandemia y para llevar la inflación al objetivo del BCE del 2 por ciento.

El problema es que la recuperación parece ya encarrilada y los altos niveles de precios, como consecuencia de la energía, hacen ya innecesario que se siga comprando a estos niveles.

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