Boris Johnson reta el liderazgo verde de la UE

En 2022 actualizará su hoja de ruta para conseguir un sistema financiero alineado con las cero emisiones netas. Un nuevo desafío antes de ser el anfitrión de la COP 26

En la antesala de la Cumbre Climática COP 26 en Glasgow, el Reino Unido quiere marcar el paso al resto de naciones en la carrera por ser la más verde. Esta semana, ha presentado la revisión de su estrategia a largo plazo para conseguir un sistema financiero más verde, alineado con el objetivo de las cero emisiones netas en 2050.

Para ello, la hoja de ruta del ejecutivo de Boris Johnson se divide en tres fases: proveer de información útil a los actores del mercado financiero, actuar para incorporar esta información en las decisiones y lograr un cambio en los flujos. De momento, los pasos dados se centran en la primera parte.

En particular, el Reino ha propuesto unos nuevos requisitos de divulgación de sostenibilidad para los productos financieros, que siguen el marco establecido por el grupo de trabajo TCFD y tienen en cuenta la lista de actividades sostenibles según la taxonomía verde británica.

No obstante, el Gobierno se ha comprometido a actualizar la Estrategia de Finanzas Verdes de nuevo en 2022. Esa revisión "irá más allá de los plazos fijados en esta hoja de ruta y establecerá el camino de transición sectorial hasta 2050", según recoge el documento 'Greening Finance: A Roadmap to Sustainable Investing'.

Será el próximo año también cuando la actualización de la estrategia evalúe el progreso de la industria en las fases 2 y 3, una vez garantizado que exista la información suficiente para tener en cuenta el cambio climático en cada decisión financiera.

"Las medidas fijadas en esta hoja de ruta son un paso esa dirección (...) Incrementarán la competitividad del Reino Unido como centro financiero global y reforzarán la estabilidad del sistema financiero", ha asegurado el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, quien ha confiado en que el país sea "el mejor lugar para la inversión sostenible del mundo".

Desglose de información bajo un mismo marco

Los nuevos requisitos de información abarcan, por primera vez, tres ámbitos diferentes de divulgación de sostenibilidad bajo un mismo marco integrado: la corporativa, la de gestores y propietarios de activos y los productos de inversión.

El objetivo es que toda "esa información con consideraciones climáticas y ambientales sea un componente clave de cada decisión de inversión y en la estrategia de cada negocio".

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En el caso de las compañías, lo relativo a las cuestiones de gobernanza se centrará en los riesgos, oportunidades e impactos de la sostenibilidad. Asimismo, estas deberán informar de cómo estos influyen en la estrategia de negocio y su planificación financiera.

En la gestión de riesgo, las corporaciones deberán indicar su procesos para identificar, evaluar y manejar los impactos. Se usarán métricas y objetivos para medir el desempeño en estas cuestiones siguiendo la información relevante facilitada por la taxonomía.

Batalla al 'greenwashing'

Entre los propietarios y gestores de activos, las cuestiones de gobernanza alrededor de los riesgos de sostenibilidad y sus impactos tendrán que abordar las implicaciones para las políticas de inversión y las estrategias.

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El documento también prevé que las firmas revelen el desempeño de sus inversiones frente a los objetivos climáticos cuando sea relevante y muestren el nivel de alineamiento con la taxonomía que prepara el Reino Unido. Estos requerimientos de información no serán solo a nivel de gestoras, sino que alcanzarán también a nivel de producto.

No obstante, no será hasta el próximo mes de noviembre cuando se publique el 'discussion paper' que incluirá los detalles de los desgloses para productos y las etiquetas sostenibles, que se contemplan a partir del 2022.

Más allá de la presentación del plan, todavía es necesaria que sea sometido a consulta y que se publique la legislación. Según el plan de implementación, llevará entre dos y tres años.

A juicio de la secretaria de estado de trabajo y pensiones, Thérèse Coffey, esta ampliación en las divulgaciones existentes potenciará a los planes de pensiones y a los ahorradores a sopesar estos factores en sus decisiones financieras, toda vez que ayudará a combatir el 'greenwashing'.

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Éxito en las emisiones verdes

Lo cierto es que el país no quiere quedarse atrás respecto a los pasos que da la Unión Europea. Esta rivalidad también está presente en el marco de emisiones. Tras la emisión verde del pasado 12 de octubre, la UE está detrás del mayor bono soberano verde, con la captación de 12.000 millones de euros a 15 años.

El Reino Unido, que hizo su primera incursión en la deuda sostenible desde el punto de vista ambiental el pasado mes de septiembre, ha realizado esta semana una segunda emisión con mayor duración. En conjunto, la captación de fondos para proyectos con beneficios medioambientales se ha elevado a 16.000 millones de libras.

Esta segunda emisión, con vencimiento en el año 2053, supone el mayor periodo de madurez de un bono verde soberano a día de hoy. De forma combinada, esta transacción ha convertido al país de Isabel II en uno de los tres mayores emisores soberanos de bonos verdes del mundo.

"La demanda de nuestro 'Green Gilt' -con una sobresuscripción de doce veces- en el periodo previo a la COP26 muestra que los inversores están ansiosos por ayudar en la lucha colectiva contra el cambio climático y el importante papel que desempeña la financiación privada en ese esfuerzo", ha enfatizado Sunak.

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