Los gestores esperan una economía tan anémica como la que siguió a Lehman Brothers

Bank of America recoge en su encuesta mensual entre grandes gestores unas proyecciones que igualan con Lehman Brothers la economía de 2022

La renta variable mundial entrará en un mercado bajista este año (aquellos que hayan bajado un 20 por ciento o más), según Bank of America (BofA) como consecuencia de la caída de las perspectivas de crecimiento económico, que se sitúan en su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008.

Aquel año se derrumbó Lehman Brothers. Por tanto, consideran el momento actual más complejo, incluso, que la caída en vertical creada por el coronavirus en 2020.

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Esta es la conclusión de la encuesta realizada por los gestores de fondos de BofA en la primera semana de marzo.

De sus respuestas se desprende que ha sido la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania la que han lastrado estas perspectivas económicas más que la inflación y los cuellos de botella.

La Comisión Europea cifró en cuatro décimas el impacto de la invasión rusa en durante la primera semana.

Así, de acuerdo con la encuesta, la guerra en Ucrania es el mayor riesgo de cola para el 44 por ciento de los gestores de fondos encuestados, seguido de la recesión con un 21 por ciento y la inflación con un 18 por ciento.

De hecho, ya hay índices que se anotan este descenso del 20 por ciento. Nos referimos, tanto el DAX y el Euro Stoxx 50, que “han perdido más de un 20 por ciento desde máximos", afirma Stefan Kreuzkamp, chief investment officer (CIO) de DWS.

Desde la semana pasada, los índices también han caído por debajo de los máximos registrados antes de la pandemia, lo que muestra que la bolsa europea sufre más por el conflicto que la estadounidense.

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La situación es diferente al S&P 500, ya que la pérdida se reduce a menos del 10 por ciento, es decir un 25 por ciento por encima de su máximo anterior a la crisis.

Huida del riesgo

Ante esta incertidumbre los gestores han reaccionado atesorando liquidez, hasta situarse en el nivel más alto desde abril de 2020 (el problema de esta acción es que pierden poder adquisitivo por la elevada inflación).

Aunque también siguieron aumentando la asignación a materias primas hasta alcanzar un nuevo récord, mientras que la exposición a acciones descendió al nivel más bajo en casi dos años.

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Pero ¿por qué se ha producido esta huida del riesgo en un momento de alta inflación? Varios son los motivos, explicaba Michael Hartnett, que dirige la encuesta.

Por un lado, precisamente por estas lecturas de inflación persistentemente altas, pero también por el hecho de que esto lleve a cabo un endurecimiento de las políticas de los bancos centrales más más agresiva de lo anticipado y a la invasión rusa de Ucrania.

Todos estos factores han desencadenado una derrota en los mercados bursátiles mundiales este año, con los principales índices ahora en territorio de corrección.

Esta ráfaga de vientos en contra, que ahora también incluye un recrudecimiento de las infecciones por coronavirus desde China hasta Alemania, hace temer que continúe la caída de las acciones.

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Mejor renta variable estadounidense que europea

Los gestores de fondos no creen que las bolsas hayan capitulado. Pero sí que se muestran más propensos a la bolsa estadounidense que la americana.

“La reciente desconexión entre el crecimiento global y la asignación de acciones ahora se está corrigiendo con una disminución significativa en la asignación de acciones”, explicaron los estrategas de BofA.

Para evitar que las acciones sigan cayendo, los gestores de fondos encuestados por BofA ven una "venta" de la Reserva Federal para detener la caída del S&P 500 en los 3.636 puntos del índice, lo que implica una caída adicional de alrededor del 13 por ciento desde los niveles actuales para el principal índice de referencia de los Estados Unidos.

La encuesta también señala que se está produciendo una rotación de bancos y acciones de consumo discrecional a tecnología, productos básicos y servicios públicos, y de acciones de pequeña capitalización a acciones de gran capitalización, según BofA.

Una combinación de posicionamiento de los inversores y una política agresiva del banco central significa que es "demasiado pronto" para una llamada de compra contraria, añadieron los estrategas de BofA, que siguen siendo táctica y cíclicamente bajistas.

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