Innovación e internacionalización: Los principales retos de la empresa española

Poner a disposición de los empresarios las claves para abordar los procesos de crecimiento en sus compañías a través de[…]

Poner a disposición de los empresarios las claves para abordar los procesos de crecimiento en sus compañías a través de la innovación y la exportación ha sido el objetivo de la jornada 'Estrategias de crecimiento: innovación e internacionalización' organizada por la CEIM, la Cámara de Comercio de Madrid, la Fundación Numa y la University of Chicago Booth School of Business, en la que participaron, entre otros ponentes, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, y José Ramón Sanz, presidente de la Comisión Empresa Familiar de CEIM y de la Fundación Numa.

Juan Pablo Lázaro, presidente de CEIM Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, fue el encargado de abrir la jornada asegurando que la internacionalización es un proceso "donde cabemos todos: las grandes, las medianas y las pequeñas empresas" y que la innovación es un medio para que las empresas consigan mayor competitividad.

Tras reconocer el "buen momento" de crecimiento económico por el que atraviesa España, destacó que las nuevas tecnologías, el Internet de las cosas, el big data y la inteligencia artificial están cambiando la manera de hacer las cosas en las empresas, por lo que éstas tienen que llevar a cabo procesos de formación para que "nadie se quede en la cuneta". Acabó su intervención afirmando que "no hay nada más injusto para la empresa familiar que el impuesto de sucesiones y donaciones".

Cedió la palabra a Juan López-Belmonte, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, que reconoció que lleva "en su ADN" la innovación, la internacionalización y la formación. Criticó la cita de Miguel de Unamuno "qué inventen ellos" porque, para él, innovar "nos dará un nivel de empleo digno" y afirmó que "el futuro pasa por la innovación y la internacionalización junto a la formación".

También criticó al Ejecutivo al manifestar que no cree que "el Gobierno esté convencido de que hay que innovar porque España ha invertido en I D el 1,21 por ciento del PIB, la mitad de lo que invierten otros países, y la mayoría de esta inversión es privada". Propone que para impulsar la I D "hay que desarrollar un acuerdo de Estado porque nos estamos jugando el futuro".

Destacó la importancia de la internacionalización y recordó a los presentes que 160.000 empresas españolas exportaron en 2016, de ellas el 40 por ciento son multinacionales y el resto nacionales. Finalizó su intervención afirmando que los empresarios "estamos esforzándonos en exportar y, por ello, hemos sido una tabla de salvación en la crisis".

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, abrió el turno de ponencias analizando el entorno macroeconómico actual, las claves del futuro y su impacto en la financiación del crecimiento de las empresas para la creación de empleo.

Señaló que asistimos, por primera vez, a una fase de crecimiento de la economía con un proceso de desapalancamiento de familias y empresas. Recordó que en 2007 "España tenía el déficit exterior más importante del mundo y hoy tenemos superávit externo. Esto dice mucho de la competitividad de las empresas españolas". Recordó que a pesara de estos éxitos, "aún queda mucho camino por recorrer". 

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A su juicio la internacionalización y la innovación son los retos más importantes que tienen las empresas españolas. "Son dos conceptos que se retroalimentan y deben permitir a las empresas un salto cuantitativo de competitividad".

A continuación hizo un recorrido por la actual situación el sector financiero español. Señaló que la banca está en continua transformación y que "se enfrenta a retos como la regulación, la baja rentabilidad a consecuencias de los bajos tipos de interés, la entrada de nuevos competidores y a un cambio de imagen". Reconoció el esfuerzo de reestructuración que ha llevado a cabo el sector tras la crisis "lo que ha hecho que hoy la banca española sea solvente". 

A su juicio, las prácticas de la banca española han mejorado de manera extraordinaria en los últimos años y la calidad de servicio de la banca española es mejor que la de Estados Unidos y la de otros países de nuestro entorno. Puso como ejemplo que las pymes españolas tienen un coste de financiación más bajo que las alemanas e informó de que "entre 2012 y 2016 las empresas españolas se han ahorrado 20.000 millones de euros en intereses".

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Para el presidente de Bankia, un sistema financiero sólido pasa porque sea rentable, ya que si no "no podría aportar crédito a la economía". Según él, "los bancos deben tener una rentabilidad ajustada por encima de sus costes de capital, porque si no serán una rémora para la sociedad".

Tras hacer un recorrido por la historia reciente de Bankia y destacar que esta entidad, a finales de 2016, era el banco "más rentable, más eficiente y de mayor solvencia", Goirigolzarri dio la palabra a José Ramón Sanz, presidente de Fundación Numa y de la Comisión Empresa Familiar de CEIM, cuya ponencia versó sobre 'Estrategias de crecimiento: innovación, internacionalización y diversificación, objetivos y retos de su desarrollo y financiación'.

Inició su intervención señalando que las familias empresarias comparten el compromiso de crear riqueza a lo largo de generaciones y que perdurar en el tiempo significa pasar por muchos momentos buenos y malos. "Se trata de un reto colosal pero la mayoría de empresarios familiares lo consiguen superar".

Para lograrlo, Sanz señala que hay que orientar las estrategias de la empresa a la creación de valor. Definió la empresa familiar como un ecosistema formado por familia y accionistas, por la organización, por los stakeholders (grupos de interés para una empresa) y por el país o la comunidad en la que esté ubicada la compañía.

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Añadió que aunque las empresas tienen que competir en el mundo, están sometidas a las condiciones regulatorias del país donde realizan sus operaciones lo que condiciona su rentabilidad. Considera que "las instituciones deben crear las condiciones que impulsen la competitividad de nuestras empresas para cumplir su propósito de crear riqueza" y para apoyar su continuidad en el tiempo.

Pero la continuidad conlleva muchos retos que superar. Entre ellos, mantener el espíritu empresarial y la capacidad de liderazgo, la transmisión patrimonial, la cohesión multigeneracional, conservar el patrimonio financiero y la sostenibilidad de las actividades empresariales. En opinión de José Ramón Sanz, "la continuidad es una tarea diaria y el reto es armonizar los intereses y consensuar la estrategia y el marco de cooperación para mantener el compromiso multigeneracional familiar de la organización y de los stakeholders con la continuidad del proyecto".

Aseguró que las claves para aumentar la competitividad son una buena reputación social, la confianza de los clientes, innovar, internacionalizar y diversificar, captar y retener el talento, crear valor y lograr rentabilidad y eficacia financiera.

Para Sanz, la innovación es el resultado de un proceso sistemático que se desarrolla de manera estructurada y el final de ese proceso dará un producto mejor o mejor respuesta a las necesidades nuevas de los clientes. En su opinión, "la innovación exige una cultura y una organización que potencie la creatividad y retribuya el talento".

Añadió que una estrategia progresiva de internacionalización permite el aprendizaje de la organización reduciendo los costes y los riesgos y definió la diversificación como la combinación de innovación e internacionalización.

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El presidente de Numa coincidió con Juan Pablo Lázaro al señalar que los impuestos empresariales, de patrimonio, donaciones y sucesiones "penalizan el crecimiento y el empleo al detraer recursos necesarios para su financiación y ponen en peligro la continuidad transgeneracional de las empresas familiares".

Sanz terminó su intervención señalando que "las empresas familiares son relevantes para la economía, el bienestar y el empleo en todos los países y son más rentables, duraderas y responsables que las no familiares, especialmente en las crisis". Como lo demuestra que las empresas familiares despidieran un 30 por ciento menos de trabajadores durante la crisis que las no familiares.

La última ponencia corrió a cargo de Javier Seijo, socio de Ernst&Young, que habló sobre la gestión de riesgo en las empresas. A su juicio, la empresa y el consejero se enfrentan a un universo de riesgos cambiante y complejo, que requiere disponer de la información y las herramientas necesarias que le garanticen un entorno seguro donde desempeñar sus funciones. Y entre los principales riesgos destacó los operativos, reputacionales, regulatorios, fiscales, financieros y legales. Para protegerse de estos riesgos, recomienda separar el patrimonio empresarial del familiar porque «si están juntos la responsabilidad es total».

Finalizó su alocución asegurando que «si tenemos una buena gestión del riesgo podremos captar financiación, incorporar nuevos talentos y mejorar la reputación».

La jornada terminó con una mesa de debate en la que se analizaron casos de éxito empresarial para identificar las oportunidades, retos y riesgos que suponen las estrategias de crecimiento a través de procesos de innovación e internacionalización, en ella participaron representantes de Catenon, Designit y Mediasmart.

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