Todo lo que nos jugamos con la reforma de las pensiones

La idea principal de esta reforma de las pensiones es clara: habrá que trabajar mucho más para cobrar mucho menos

Un artículo de Luis María Sáez de Jáuregui, vicepresidente de la Fundación AXA ● Septiembre siempre arranca con dos temas ya recurrentes. El primero, los más pequeños de casa volviendo al cole y, el segundo, devolviendo el tema de las pensiones a los diarios e informativos.

Ahora toca afrontar una nueva reforma, la reforma Escrivá de las pensiones, cuya negociación empieza a contrarreloj, de mediados de septiembre a finales de diciembre de 2021.

El tiempo apremia, Bruselas espera, la opinión pública observa y la negociación con los agentes sociales está ya muy avanzada y casi sentenciada a favor.

Y, realmente, ¿qué se juegan los trabajadores? El llamado Proyecto de Ley para garantizar el poder adquisitivo de las pensiones y reforzar la sostenibilidad del sistema, que presentó el Gobierno a finales de agosto, ya enseña casi todas las cartas y deja clara una idea: habrá que trabajar mucho más para cobrar mucho menos.

Se ha de reconocer que el anuncio de eliminar el factor de sostenibilidad, cambiándolo y vinculando la subida de las pensiones al IPC, es un buen ejercicio de comunicación que ha eclipsado aspectos de mayor calado, como la aplicación de los nuevos coeficientes reductores.

El efecto divisor de las prestaciones

Así, se mejoran a los actuales pensionistas en detenimiento de los actuales trabajadores, sobre todo los más jóvenes. El texto que se está negociando propone que los coeficientes reductores relacionados con el adelanto de la edad de jubilación anticipada se apliquen sobre la cuantía de la pensión máxima y no sólo sobre la base reguladora de la misma como se hace hoy. Esto va a suponer un efecto divisor de las prestaciones de los que quieran o necesiten jubilarse antes.

Y ojo, tengan en cuenta que la reforma socialista ya introdujo que la edad de jubilación pasara a los 67 años. Así, las jubilaciones serán más de un 32 por ciento inferiores a las actuales para equilibrar el déficit de la Seguridad Social de 18.000 millones de euros anuales. Y si no, al tiempo.

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Esta medida forma parte del paquete de acciones dirigidas a ‘incentivar’ alargar ‘voluntariamente’ la edad efectiva de jubilación a través de un mecanismo consistente en que ‘se te pagará mucho menos si te jubilas antes de tiempo’.

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Sobre la jubilación anticipada, los coeficientes reductores propuestos, además de aplicarse sobre la pensión máxima, pasan a ser mensuales. El objetivo, dicen, es dar más flexibilidad a los futuros pensionistas y fomentar el desplazamiento ‘voluntario’ de la edad de jubilación, con un tratamiento más favorable si se retrasa sustancialmente la edad de jubilación más allá de los 67.

Se aleja el sueño de la prejubilación

Es decir, trabajar mucho más años y cobrar mucho menos. Sobre los jubilados forzosos sabemos, ya que se prevé que los convenios colectivos no podrán fijar cláusulas que permitan extinguir los contratos cuando los trabajadores tengan edades inferiores a 68 años. Para los más jóvenes se aleja un paso más el sueño de la prejubilación, e incluso el deseo de la jubilación a los 65 años.

Hasta aquí todo son obstáculos para los futuros jubilados, si bien se ha pensado en bonificaciones en las cuotas –de hasta un 75 por ciento– que las empresas realizan a la Seguridad Social por contingencias comunes durante la situación de incapacidad temporal de los trabajadores que tengan 62 años o más.

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Y volvemos al poder de las palabras. Porque ahora el Ministerio de Seguridad Social ha puesto encima de la mesa un concepto muy bonito ante la opinión pública, el mecanismo de equidad intergeneracional, para introducirlo vía enmienda en el proyecto de ley dando cumplimiento a uno de los compromisos con Bruselas como parte de las condiciones del Plan de Recuperación, cuyo resultado será un doble rejón a los actuales trabajadores porque vivirán más.

¿Saben lo que van a percibir de pensión?

Y pintando este cuadro, les invitaría a hacer un cálculo, ¿saben lo que van a percibir de pensión? Si tiene menos de cincuenta años les diría que no es posible saber cuánto se les pagará. Y cuando lo sepan quizá sea ya demasiado tarde para tomar decisiones apropiadas. Y si están en la edad dorada de la cincuentena, les propongo que busquen el ‘Simulador de la Seguridad Social’ y hagan su cálculo.

Suerte, no es fácil. Cuando pienso en los anuncios del ‘sobre naranja’, en la idea de recibir un día en casa una carta de manera fácil y transparente con un cálculo sobre su pensión, y veo lo complicado que se ha convertido, pienso en la ciudadanía y en la dificultad de entender el problema.

En el entretanto, la reforma Escrivá es un nuevo tijeretazo a las pensiones de los futuros trabajadores para cumplir con los requisitos que marca Bruselas, con un marketing inmejorable, dulcificándolo con una mejora para los actuales pensionistas y un gran rejonazo para los trabajadores, lo cual tensa más la ecuación de la equidad actuarial del sistema.

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