La mejor estrategia para rescatar un plan de pensiones

Rescatar un plan de pensiones en forma de rentas minimiza el impacto fiscal y permite repartir la tributación en distintos años

La pregunta que más inquieta a los partícipes en el momento de rescatar el capital acumulado en su plan de pensiones es qué montante les quedará de su ahorro y de la rentabilidad generada después de cumplir con Hacienda.

Los impuestos a pagar dependerán de la estrategia que sigan al liquidar los planes, ya que tributan en la base general del IRPF como rentas del trabajo a un tipo que, en la escala estatal, oscila entre el 19 y el 47 por ciento.

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Por ello, el primer paso que tienen que dar antes de tomar ninguna decisión es analizar si necesitan el dinero del plan en ese momento o si pueden seguir manteniéndolo o aportando en él, ya que no existe la obligación de liquidarlo el mismo año de la jubilación.

"La mayor ventaja de retrasar el cobro del plan es la posibilidad de conseguir una rentabilidad mayor que con otros productos financieros, aprovechando, además, el diferimiento fiscal de esa rentabilidad hasta el momento de cobro", apunta Miguel Ángel Menéndez, director de negocio de previsión social de Mercer.

Desgravarse por aportaciones de hasta 1.500 euros

Otro de los beneficios de mantener el plan es desgravarse por las aportaciones, ya que el capital invertido en él reduce la base imponible del IRPF con un límite de 1.500 euros anuales o del 30 por ciento de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.

Con ello el ahorrador pagará menos impuestos e, incluso, puede que baje de tramo de retenciones, con lo que el ahorro será aún mayor.

Desde el Instituto BBVA de Pensiones ponen el ejemplo de un partícipe con un salario bruto anual de 21.000 euros, que tributa en el tramo del IRPF del 30 por ciento.

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Si decide mantener o abrir un plan de pensiones y aportar al año, 1.500 euros, esta cantidad se reducirá directamente de su base imponible, que pasará a ser de 19.500 euros. De esta forma, habrá bajado de tramo y tributará el 24 por ciento de sus ingresos.

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No obstante, si el jubilado necesita rescatar el plan de pensiones para mantener su nivel de vida al retirarse, existen cuatro modalidades de hacerlo: en forma de capital, de renta, mixta y flexible.

Rescate en forma de capital, la decisión más cara

Rescatar el plan de pensiones en forma de capital permite recuperar en un solo pago la totalidad del dinero acumulado, tanto las cuotas aportadas como la rentabilidad que hayan generado.

Es la modalidad que más penaliza al bolsillo de los partícipes, por ello los expertos recomiendan evitarla siempre que se pueda.

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Su ineficiencia se deriva de que concentra el impacto fiscal en un mismo ejercicio por lo que se tributa a un tipo marginal muy elevado.

“Cobrarlo en forma de capital suben los ingresos a declarar, aumentando la base imponible y, dependiendo de los importes que se perciban, incrementando el tipo marginal, lo que se traduce en mayor pago de impuestos”, afirma Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen).

Expertos del Instituto BBVA de Pensiones analizan el supuesto de un jubilado que cobra una pensión de 30.000 euros y que decide rescatar un plan de pensiones en forma de capital, en el que acumula derechos por valor de 25.000 euros.

Al hacer su declaración de la renta se encontrará con que el último tramo de sus ingresos (entre 34.000 y 55.000 euros) pasará a estar gravado al 37 por ciento en vez de al 31 por ciento.

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Para evitarlo, Isabel Casares recomienda analizar las consecuencias fiscales del cobro en forma de capital y tratar que el importe rescatado no suponga un incremento del tramo en la tarifa.

Partícipes a los que conviene rescatar en forma de capital

Esta fórmula puede beneficiar a los que acumulan aportaciones anteriores a 31/12/2006, ya que podrán aplicar una reducción fiscal del 40 por ciento en el importe rescatado.

Para ello es preciso solicitar el cobro en el plazo que determina la ley, que desde 2015 es de dos años desde que se produce la jubilación.

Los expertos también aconsejan rescatar en forma de capital aquellos importes que se van a necesitar en el corto plazo y que no supongan un incremento drástico en la factura fiscal, y el resto del plan cobrarlo como rentas periódicas.

Rescate en forma de renta para amortiguar el hachazo fiscal

Una estrategia más eficiente para rescatar el plan es hacerlo en forma de rentas periódica que permiten repartir la tributación en distintos años.

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Esta fórmula produce un impacto menor en el tipo marginal de la declaración de la renta y, al poder elegir entre la modalidad de rentas a percibir, "podemos adaptarlo mejor a las necesidades de la unidad familiar complementando la pensión de la Seguridad Social”, indica Casares.

Otra de sus ventajas es que, si el partícipe no cuenta con otros ingresos durante la jubilación, le interesa rescatar unos importes anuales que no superen los 12.000 euros para no tener que tributar.

El ahorrador puede optar por varios tipos de rentas que van desde las aseguradas temporales o vitalicias, a las de cuantía y duración garantizada, pasando por rentas financieras, cuya cuantía o duración no están garantizadas sino que dependen de la evolución del valor y rentabilidad del fondo de pensiones.

Si el partícipe fallece antes de cobrarlas, las rentas revierten en sus beneficiarios.

Fórmula mixta para dividir el rescate

La modalidad mixta consiste en recibir una parte de lo ahorrado en forma de capital y, posteriormente, recibir una renta periódica.

En esta fórmula es esencial calcular hasta qué punto es interesante recibir una parte en capital y afrontar el incremento o no del tramo del IRPF.

Ello dependerá de las necesidades económicas de los partícipes. A juicio de Isabel Casares esta opción es "muy adecuada si el partícipe decide recibir el primer año de jubilación una parte en forma de capital y el resto mediante pagos de rentas periódicas”.

Forma flexible

En estos casos el partícipe decide las fechas y el montante de los cobros, sin estar obligado a cumplir una periodicidad determinada.

El derecho económico pendiente de cobro varía en función de la evolución del valor del fondo y su rentabilidad.

Claves a tener en cuenta al rescatar el plan

Una buena estrategia para evitar el rejonazo fiscal al liquidar el plan de pensiones es hacerlo al año siguiente de la jubilación, ya que la base imponible será menor al contar con menos rentas.

Otra medida aconsejable es calcular muy bien la renta que se quiere percibir al mes, ya que es importante no traspasar la cuantía que lleve al participe a tributar en otro tramo del IRPF con un porcentaje impositivo superior.

Por último, hay que evitar rescatar el plan de pensiones en pérdidas. Para ello, los expertos recomiendan empezar a rescatar primero los planes invertidos en activos más conservadores, con menor expectativa de rentabilidad.

Así, mantendrían en cartera planes con un grado más de riesgo, pero que ofrezcan una rentabilidad más alta en el medio plazo, ya que la jubilación es una etapa que se puede extender más de dos décadas y el ahorro debe seguir luchando contra la inflación.

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