La reforma de las pensiones durará "un telediario"
La reforma de las pensiones se aprueba sin el consenso del Pacto de Toledo ni de los agentes sociales. Feijóo anuncia que la modificará si llega al Gobierno mientras Oramas le augura "un telediario"
El objetivo del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de aprobar la reforma de las pensiones con el consenso de los integrantes de la Comisión del Pacto de Toledo y de los agentes sociales no se ha cumplido.
La segunda parte de la reforma aprobada el jueves en un Consejo de Ministros extraordinario no cuenta con el apoyo de los partidos de la oposición ni con el de los empresarios por lo que puede tener sus días contados.
Así lo considera el Partido Popular, que ha asegurado que modificará la norma si llega al Gobierno.
Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria en la Comisión del Pacto de Toledo, ha sido más gráfica al manifestar que se trata de "un acuerdo para un telediario, para una legislatura, hasta que haya un cambio de socios”.
Escrivá contradice estas críticas y defiende que se trata de una reforma “para muchísimos años” porque cuando "una reforma está bien hecha y bien diseñada tiende a perdurar”.
Una reforma de difícil aplicación
La reforma tampoco convence a los expertos en pensiones que consideran que no logrará modernizar el sistema ni contribuir a su sostenibilidad, dos de los fines para los que se ha creado.
"Se trata de una propuesta teórica para salvar los papeles frente a Bruselas, pero no terminará llevándose a cabo", augura Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN)
Considera que "no es posible mantener una reforma solo con el acuerdo de los sindicatos y sin el apoyo de la patronal y con el único objetivo de aumentar constante de las pensiones”.
La mayor debilidad de la norma es, a su juicio, que "no garantiza las pensiones futuras a todos aquellos trabajadores a los que se les está exigiendo aumentar sus cotizaciones a la Seguridad Social".
Otra de las taras, en opinión de la experta, es "la gran discriminación que existe respecto al origen de las pensiones públicas que están aumentando a costa de ingresos complementarios de los trabajadores en activo".
Por todo ello, cree que la reforma "no moderniza el sistema de pensiones, sino que plantea una opción para conformar a Bruselas y conseguir el siguiente paquete de fondos. Es una reforma avocada al cambio, en el caso de que finalmente se lleve a cabo".
Más cotizaciones y menor equidad
Tampoco Enrique Devesa, profesor de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, cree que las nuevas propuestas van a asegurar la viabilidad del sistema de pensiones ni refuerza el principio de equidad, como asegura el ministro.
Lo que sí hace, en su opinión, es "aplazar nuevas subidas de cotizaciones en caso de que el sistema aumente el déficit, lo cual es muy probable. También empeora la equidad al aumentar el tipo de cotización, sin contrapartida en cuanto a la pensión percibida".
No obstante, reconoce que lo positivo de la reforma es que refuerza la suficiencia de las pensiones debido a que "revaloriza las prestaciones actuales y recoge subidas de las nuevas pensiones”.
Más gastos que ingresos
La escasa eficiencia de la reforma, en opinión de los expertos, radica en que supondrá un incremento de los gastos que no se cubrirán con el aumento previsto de los ingresos.
Entre las medidas diseñadas para aumentar los ingresos a la Seguridad Social destacan el incremento gradual de las bases máximas de cotización y de las pensiones máximas.
Las bases máximas subirán anualmente con el IPC más un cuantía fija de 1,2 puntos entre 2024 y 2050, lo que implicará un aumento acumulado del 38 por ciento hasta 2050.
El Gobierno evaluará cada cinco años en el marco del diálogo social la subida de las bases máximas de cotización y remitirá un informe a la Comisión del Pacto de Toledo.
Cuota de solidaridad
Otra fuente de ingresos proviene de la creación de una cuota de solidaridad para los salarios más altos, que gravará el salario que no cotiza porque supera la base máxima de cotización.
Esta medida se desplegará gradualmente, partiendo de una cuota de un 1 por ciento en 2025 que irá aumentando en 0,25 puntos porcentuales al año hasta alcanzar el 6 por ciento en 2045, del que un 5 por ciento correrá a cargo del empresario y el 1 por ciento del trabajador.
Mecanismo de Equidad Intergeneracional
También se refuerza el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) para llenar el fondo de reserva de la Seguridad Social, también conocido como hucha de las pensiones.
El mecanismo, que ha entrado en vigor este año, supone una cotización adicional del 0,6 por ciento que irá aumentando a partir de 2024 una décima cada año hasta alcanzar 1,2 puntos porcentuales en 2029.
El 1 por ciento correrá a cargo de la empresa y 0,2 por ciento del trabajador. Esta cuota se mantendrá en el 1,2 entre 2030 a 2050 y podrá aumentar de manera automática si el gasto en pensiones sobrepasa el 15 por ciento del PIB.
Al Gobierno le urge la entrada en vigor de la reforma de las pensiones, por lo que el real decreto aprobado hoy se presentará dentro de unas dos semanas en el Congreso para ser convalidado y tramitado como proyecto de ley, ha adelantado José Luis Escrivá.
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