Repsol emerge como la gran ganadora del ‘boom’ del diésel
Repsol emerge como una de las petroleras más beneficiadas de cara a 2026 gracias a su superioridad en el segmento del diésel
Las acciones de Repsol se revalorizan más de un 40% en lo que llevamos de año y encaran la recta final del ejercicio con renovado optimismo entre los expertos, especialmente porque la petrolera apunta a ser una de las ganadoras del boom del diésel.
Los analistas de JP Morgan acaban de retocar su valoración en Repsol, incrementando el precio objetivo hasta los 18 euros por acción, lo que supone un potencial alcista de casi el 10% sobre los precios actuales, tras considerar que la compañía será la gran beneficiada del nuevo ciclo de fortaleza del diésel.
En un contexto de estrechez del mercado europeo, con márgenes que ya superan los 30 dólares por barril, Repsol se encuentra en una posición privilegiada para capturar el impulso del diésel en 2026.
La clave está en el perfil de producción de Repsol, con más de un 50% de su combinación productiva ligada a destilados medios, como el diésel y combustible de aviación—, muy por encima de la media del sector europeo.
Esto otorga a la española una sensibilidad especialmente elevada: por cada dólar adicional en los márgenes de refino, el beneficio por acción (EPS) de Repsol aumenta alrededor de un 7%, el nivel más alto entre sus comparables.
El diésel, cobertura natural para Repsol
Respecto al mercado europeo, los analistas del banco estadounidense recuerdan que se ha vuelto estructuralmente deficitario en términos de oferta y demanda.
El banco calcula que la demanda excedente en la región se situará este año en torno a los 1,4 millones de barriles diarios, lo que equivale a un déficit del 20%, un diésel que habrá que importar.
Para atraer los volúmenes necesarios de importación, los expertos consideran que será imprescindible mantener un precio elevado, en el entorno de los 20-25 dólares por barril, con posibilidad de incrementos adicionales ante cualquier tensión en el suministro.
La situación se ha intensificado durante el otoño debido a paradas de mantenimiento, problemas operativos en Rusia, retrasos en nuevas infraestructuras y riesgos derivados de las sanciones y de la política energética internacional. Todo ello ha generado un entorno en el que los recientes cracks del diésel han llegado a superar los 30 dólares por barril, impulsando directamente los resultados del negocio de refino de Repsol.
De esta forma, los economistas del banco estadounidense creen que la fortaleza del diésel puede funcionar como una suerte de cobertura natural para Repsol frente a las futuras presiones que pueda sufrir el petróleo Brent en 2026.
Revisión al alza
En su actualización de previsiones, JP Morgan incrementa sus estimaciones de beneficio neto de Repsol en un 6% para 2025 y en un 8% para 2026, tras revisar los supuestos del negocio de Customer, que acumula varios trimestres de solidez, y al incorporar la mejora de los márgenes de diésel.
La entidad también eleva su previsión de flujo de caja operativo para los próximos años, lo que se traduce en un mayor potencial de distribución al accionista.
A nivel de valoración, los analistas sitúan a Repsol cotizando a 6,1 veces PER 2026, una ratio muy inferior a la media del sector y que deja margen para una expansión de múltiplos.
También destacan la ventaja competitiva de la compañía por su sistema de refino costero, capaz de monetizar mejor los diferenciales de crudo derivados de un posible aumento de la producción por parte de la OPEP.
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