Las vacunas del vicepresidente de Pharmamar liderarán la nueva ofensiva contra el Covid-19

Zendal, controlada por el vicepresidente de Pharmamar, es el fabricante en Europa de la vacuna de Novavax, alabada por Biden, y desarrolla con el CSIC la vacuna española más avanzada

El vicepresidente de Pharmamar, Pedro Fernández Puentes, recibió esta semana la noticia de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, veía en la vacuna contra el coronavirus de Novavax un líder de la nueva ofensiva contra el coronavirus. 

Biden la nombró como parte de su nueva estrategia contra la vacunación, lo que el mercado entendió como una pronta aprobación del producto por parte de la autoridad sanitaria estadounidense, la FDA, y los títulos de Novavax se dispararon un 16%. 

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Además, el presidente señaló que sería bueno compartir esta vacuna con los países menos desarrollados para promover la inmunidad alrededor del globo. Unas palabras que llegan en medio de problemas de fabricación, distribución, litigios legales y dudas de seguridad con las vacunas de Janssen (Johnson & Johnson) y Astrazeneca que también salpican a Pfizer

A la espera de la EMA 

La Unión Europea se encuentra enfrascada en una contienda legal contra Astrazeneca por la distribución entre los Estados miembros del fármaco y la exportación a terceros, pues Bruselas alega que no se está cumpliendo el contrato firmado. 

Además, varios miembros de la Unión suspenden y vuelven a reactivar la admistración de vacunas de las diferentes marcas, lo que ralentiza el objetivo de lograr una inmunidad del 70% de la vacunación para agosto. 

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En medio de este panorama, la vacuna de Novavax se alza como la alternativa para incrementar las campañas de vacunación tras mostrar una eficacia en los ensayos clínicos del 96,4% y está a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento, EMA por sus siglas en inglés, dé el visto bueno a su comercialización. 

Se espera que la resolución llegue en este segundo trimestre, concretamente en mayo y las mejores estimaciones apuntan a que sería a principios de ese mes y el laboratorio gallego Zendal, el controlado por Pedro Fernández Puentes, está listo para su fabricación. 

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Zendal distribuirá al menos 500 millones de dosis

En su planta de O Porriño, Pontevedra, la cual era propiedad de Astrazeneca, Biofabri, filial del grupo Zendal se comprometió con Novavax a producir 250 millones de dosis para cumplir con los pedidos de la Unión Europea. Por otro lado, el grupo gallego anunció que reserva una capacidad de fabricación de al menos 500 millones de dosis para vacunas contra el coronavirus. 

Por su parte, Novavax ofrece con su remedio ser efectivo contra el Covid-19 en cualquier fase de la enfermedad y recientemente anunció que su vacuna era efectiva en un 55,4% contra la cepa de Sudáfrica, según un estudio de fase IIb. 

Para ambos ensayos, el de fase 3 que está a la espera de autorización de comercialización con la eficacia del 96,4% como el desarrollado en el país africano, la vacuna demostró una protección del 100% contra enfermedades graves, incluidas las hospitalizaciones y evitando la muerte. 

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La favorita del CSIC 

Fernández Puentes encuentra en Novavax el mayor revulsivo para las cuentas de Zendal gracias al coronavirus, pero no el único y es que la compañía trabaja mano a mano con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el desarrollo de una vacuna española. 

Concretamente, es la más avanzada de las tres en las que trabaja el organismo y la investigación está capitaneada por el investigador Mariano Esteban, mano derecha de Luis Enjuanes, director del Centro Nacional de Biotecnología (organismo dependiente del CSIC y centro coordinador de las vacunas españolas) y uno de los máximos defensores de Aplidin de Pharmamar. 

Pese a los avances, España sigue siendo el único país de referencia en la Unión Europea y entre los países más desarrollados que aún no cuenta con un producto propio demostrado contra el coronavirus. 

Retrasos en el inicio de fase I 

El remedio en el que participa Zendal aún no ha comenzado la fase I de ensayo clínico, cuando se comienzan las pruebas en humanos y cuyo único objetivo es comprobar la seguridad del fármaco, aunque también se recojan datos sobre eficacia. 

A inicios de año el CSIC comunicó que esta vacuna era la que primero iniciará las pruebas en humanos y que en “pocas semanas” comenzarían dicho ensayo. El momento no llegó, se habló de marzo y tampoco, y acaba de anunciar un retraso hasta principios de junio. 

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Desde la propia Zendal señalan que esta lentitud se debe a una revisión del diseño de la vacuna para lograr una mayor inmunidad, mientras destacan que ellos, como empresa productora, ya han iniciado la producción de los primeros lotes de prueba. 

La AEMPS, sin noticias 

El CSIC siempre ha defendido que, pese a lo lento de la evolución de los estudios respecto a otros países o empresas, por motivos tan simples como la financiación y el personal, la vacuna española tendrá los estándares más altos de seguridad y eficacia. 

Pero, aunque Zendal señala a junio como mes clave del inicio, desde el Ministerio de Sanidad señalan que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios no tiene aún la solicitud para el inicio de la fase 1. 

Eso sí, tal y como alegan cada vez que se les pregunta por un medicamento contra el Covid-19, señalan que la comunicación entre ambas partes es fluida, constante, siempre avanzan y que esperan recibir la solicitud próximamente. 

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