Indra pierde un 14% desde máximos: ¿oportunidad de entrada o signo de debilidad?
La incertidumbre sobre las operaciones corporativas que baraja Indra abonan la toma de beneficios
Indra, uno de los grandes protagonistas del rally del IBEX 35 en 2025, atraviesa un momento de pausa en la espectacular escalada bursátil que le ha llevado a ser el valor que más sube del selectivo, este año.
Tras tocar máximos históricos en los 39,32 euros por acción, el pasado 9 de julio, los títulos de la tecnológica española ceden alrededor de un 14-15%, situándose en la zona de los 34 euros.
Se trata de un retroceso que abre el debate entre los inversores: ¿es una corrección saludable (que, incluso, abre un punto de entrada) o de un síntoma de debilidad?
El primer factor que hay que tener en cuenta para analizar esta cuestión es que Indra es el valor del IBEX 35 que más sube en 2025, un ejercicio en el que acumula un avance cercano al 100%, en un entorno de presiones para reforzar los presupuestos de defensa en Europa y de multiplicación de los conflictos bélicos a nivel mundial.
De hecho, Indra acumulaba una subida del 117% el citado 9 de julio. En ese sentido, es normal que la acción se haya dado un cierto respiro.
El ruido M&A perjudica a las acciones de Indra
Pero, además, existe cierta incertidumbre alrededor de las posibles operaciones corporativas que Indra está barajando, tal y como explica Beatriz Rodríguez, analista de Bestinver.
«La acción ha caído desde sus máximos, lo que atribuimos principalmente al ruido en torno a la transacción de EM&E. Sin embargo, en términos fundamentales, lo mejor está por llegar», defiende esta experta.
Rodríguez se refiere a que Indra baraja la compra de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) para reforzar su área de defensa, unas negociaciones que comenzaron precisamente en julio, tras el nombramiento de Ángel Escribano como nuevo presidente de Indra.
Por otro lado, en los últimos días se ha publicado que también estudia la adquisición de Grupo Oesía, alimentado la incertidumbre.
Asimismo, los intentos diplomáticos de poner fin a la guerra en Ucrania son otro factor que podría haber reducido puntualmente el apetito inversor por compañías de defensa.
Vientos de cola a largo plazo para Indra
Pese a la corrección, Bestinver mantiene una visión claramente positiva sobre Indra que, a su juicio, seguirá beneficiándose del incremento del gasto en defensa, a largo plazo.
"El compromiso recientemente anunciado de que los países de la OTAN inviertan un 5% del PIB en defensa representa una oportunidad significativa a largo plazo, cuyo impacto pleno aún está por materializarse", dice su informe.
Los últimos resultados de Indra avalan este optimismo. En el primer semestre de 2025, la empresa presentó un crecimiento de doble dígito en cartera de pedidos, ingresos y EBIT en las divisiones de Defensa y Gestión del Tráfico Aéreo (ATM).
El margen EBIT se expandió 1,4 puntos porcentuales, hasta el 8,9%; mientras que el beneficio neto se disparó un 192% interanual (un 50% excluyendo extraordinarios).
Además, la compañía reiteró sus objetivos anuales y confirmó la previsión de duplicar la contratación en defensa, sin incluir aún el efecto del nuevo presupuesto militar español.
Indra muestra una valoración atractiva frente a comparables
Pero, además de sus fundamentales, las acciones de Indra también son atractivas a nivel de valoración, al cotizar a múltiplos inferiores a sus homólogos europeos del sector, según defienden desde Bestinver.
El informe de la casa lo resume así: "Pese a las buenas perspectivas, Indra todavía cotiza con un descuento significativo frente a sus principales comparables del sector de la defensa".
En todo caso, no solo Rodríguez es optimista con el valor. El consenso de analistas coincide en que existe potencial al alza.
Según datos recopilados en Bloomberg, las acciones de Indra cuentan con un precio objetivo medio de 40,83 euros, lo que supone un recorrido potencial del 20% desde los niveles actuales.
Catalizadores de medio plazo para Indra
De cara al futuro, Bestinver señala varios catalizadores que podrían sostener la cotización de Indra y contribuir a alcanzar esos precios objetivo.
Entre ellos, la presentación de un nuevo Plan Estratégico 2026-2030 en el primer trimestre de 2026 y la posibilidad de que la compañía alcance antes de lo previsto los objetivos de su plan vigente.
De hecho, Indra confía en cumplir los hitos marcados para 2030 ya en 2028, dos años antes de lo contemplado.
Además, la analista destaca que la mayor implicación de la empresa en proyectos europeos de defensa, similares al FCAS (sistema de combate aéreo del futuro), podría impulsar un crecimiento orgánico superior al estimado inicialmente.