Cómo invertir en ETF de bolsas internacionales

Estas carteras proporcionan mayor diversificación, rendimientos..., y riesgos

2023 se ha convertido en un buen año para invertir en ETF de viaje. No obstante, no es la única coyuntura de la que se puede aprovechar un inversor de ETF. Y es que este puede ser un buen momento para invertir en bolsas internacionales. No en vano, estas carteras proporcionan más diversificación de la que ya ofrecen los ETF.

Tener activos fuera de nuestras fronteras puede servir como una valiosa cobertura contra las fluctuaciones del mercado y brinda el potencial para obtener mayores rendimientos. Antes de invertir internacionalmente, es importante comprender cómo se clasifican los mercados mundiales, ya que cada región geográfica conlleva diferentes perfiles de riesgo/recompensa. Las categorías principales son mercados desarrollados, emergentes y fronterizos.

Distintos mercados de ETF

Los mercados desarrollados son países con mercados de capital maduros, organismos reguladores amplios, infraestructura avanzada y otros factores de estabilidad económica. Países como el Reino Unido, Suiza y Japón pertenecen a esta categoría.

En los mercados emergentes normalmente encontraremos países que exhiben un crecimiento económico acelerado, a menudo impulsado por la modernización de la infraestructura, avances tecnológicos y mayores niveles de gasto de los consumidores. Países como Brasil, India y Corea del Sur son algunos ejemplos.

Invertir en mercados emergentes presenta oportunidades de mayores rendimientos, pero también existe un mayor riesgo de pérdidas, ya que estos países tienden a experimentar una inestabilidad económica y política más frecuente.

Por último, las economías fronterizas tienen vínculos limitados con el sistema financiero mundial, ya que sus mercados de capital pueden ser demasiado pequeños o subdesarrollados. Por lo tanto, conllevan el mayor riesgo de inestabilidad política, económica y monetaria, si bien un mayor riesgo generalmente se correlaciona con la posibilidad de mayores rendimientos.

Así funcionan los ETF internacionales

Al igual que los fondos cotizados en bolsa nacionales, los ETF internacionales brindan una opción de bajo costo para diversificar. Dentro de este ámbito, existen dos opciones para seleccionar los valores: fondos pasivos y fondos gestionados activamente.

En un ETF administrado pasivamente, un administrador de fondos compra una canasta de acciones internacionales que componen un índice amplio. A través de un solo ETF, obtiene exposición a todo el índice. Por ello, las comisiones de gestión suelen ser bajas.

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La inversión activa depende de la capacidad del administrador de fondos para seleccionar valores y proporcionar rendimientos superiores al promedio. Como resultado, estas inversiones a menudo vienen con tarifas más altas y una mayor volatilidad que los ETF pasivos.

El inversor debe tener en cuenta, asimismo, las fluctuaciones históricas en el liderazgo del mercado. Por ejemplo, el mercado estadounidense ha superado a las acciones internacionales durante la última década, impulsado por sólidas ganancias en el sector tecnológico. Sin embargo, hasta la crisis financiera mundial de 2008, los mercados internacionales marcaron el camino.

Riesgos al invertir en ETF internacionales

Como todas las inversiones, los ETF nacionales e internacionales no están exentos de riesgos, que pueden ser específicos del mercado, como las valoraciones de las acciones, o riesgos macro, como la inflación.

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Asimismo, las inversiones en acciones internacionales dependen de una fuerte volatilidad. Factores como la regulación del mercado, la inestabilidad política y las fluctuaciones monetarias podrían reducir la rentabilidad de las acciones. Otro riesgo a considerar con los ETF internacionales es la posibilidad de superposición en las ponderaciones de los países.

Dependiendo de sus objetivos financieros, asignación de activos y tolerancia al riesgo, existen varias estrategias para invertir en ETF internacionales. El nivel de conocimiento financiero y compromiso con sus inversiones también influye.

Para la mayoría de los inversores, los ETF internacionales de gestión pasiva son probablemente la mejor opción. Diseñados como una estrategia de comprar y mantener, liberan a los inversores de monitorear constantemente los desarrollos del mercado.

Cómo seleccionar los mejores ETF internacionales

Hay muchas herramientas de selección de ETF, según las necesidades financieras del inversor. Las características clave a considerar son: Índices de gastos y tarifas, los activos bajo administración o el emisor del fondo. Algunos inversionistas se sienten cómodos invirtiendo solo en grandes administradores de activos, mientras que otros ven el valor en los novatos.

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Asimismo, el inversor deberá tener en cuenta el rendimiento del fondo a corto, mediano y largo plazo; el volumen de negociación: cuanto más líquido sea un fondo, más fácil será comprar y vender; y las participaciones del ETF, que es beneficioso para los inversores ya que proporciona transparencia y ayuda a decidir si sus inversiones se alinean con sus objetivos financieros.

El inversor debe tener en cuenta que una exposición a acciones extranjeras puede parecer positivo cuando el mercado de EE. UU. tiene un rendimiento superior. Pero cuando las tendencias globales cambian, podría perderse el potencial de mayores rendimientos y menor volatilidad.

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