2016: el año en el que el ahorrador conservador vivirá peligrosamente

Acaba de comenzar 2016 y el ahorrador más conservador se encontrará con múltiples obstáculos para obtener una rentabilidad suficientemente atractiva:[…]

Acaba de comenzar 2016 y el ahorrador más conservador se encontrará con múltiples obstáculos para obtener una rentabilidad suficientemente atractiva: es decir, que bata la inflación, pero además, logre beneficios una vez descontados impuestos. Depósitos, cuentas y fondos serán los productos más demandados, pero también los que traerán más dificultades.

Depósitos: la rentabilidad de depósitos lleva dos años a la baja. Las limitaciones impuestas por parte del Banco de España y la reciente caída en la tasa de depósitos del BCE a los bancos hasta el -0,3% hará que los ahorradores en estos productos vean como mes a mes se reducen las remuneraciones ofrecidas. Los TAE del 2% serán exclusivos de los depósitos bienvenida, pero éstos solo se ofrecen por un periodo de tiempo muy limitado, como tres o cuatro meses, para caer por debajo del 1% a partir de ese tiempo. Otra opción para lograr intereses del 2%-2,5% es apostar por depósitos que requieran inversiones altas como 25.000 euros o 50.000 euros. La tercera opción es la de abrir un depósito en un banco extranjero y dejarlo allí durante más de un año. Además, la retención fiscal será del 19% a partir del próximo año.

Cuentas: han sido los productos estrella de 2015. Las cuentas remuneradas ofrecen rentabilidades que van desde el 3% hasta el 7%, pero a cambio exigen una fuerte vinculación. Domiciliar la nómina, recibos, contratar planes de pensiones, fondos y gasto de tarjetas junto a las comisiones de mantenimiento pueden hacer mermar la cantidad a recibir. Sin contar que las mejores rentabilidades están limitadas no solo en el tiempo sino también en cuantía. 

Fondos: los fondos son otra de las opciones. Ya a principios de año se hablaba de estos productos como la mejor alternativa a los depósitos y que permiten el traspaso de uno a otro sin peaje fiscal. Además, están sometidos a la misma retención que los depósitos. Sin embargo, los que invierten en renta variable, con el mayor riesgo que eso implica debido a la volatilidad del mercado, son los que mejores rentabilidades pueden obtener, pero también pueden dar un susto al inversor situándose en periodos puntuales en negativo. Además, 2016 será un año complejo para los mercados debido a las sucesivas subidas de tipos por parte de la FED, a los precios del petróleo que seguirán a la baja y a las compras de deuda por parte del BCE. Los de renta fija tampoco se anotarán grandes beneficios, como consecuencia del QE que tiene vigente Mario Draghi.

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