El FMI pide controlar la búsqueda de trabajo para cobrar la prestación

El organismo aconseja en su informe sobre España facilitar todavía más el despido, implantar el contrato único y el copago en sanidad

El FMI volvió a utilizar la táctica del palo y la zanahoria en su informe anual sobre España. Por un lado, el documento publicado este lunes avala la «fuerte» recuperación económica del país y reconoce que el crecimiento del PIB y del empleo son «muy superiores» a la media de la zona euro pese al «prolongado periodo de incertidumbre política» de 2016. El conocido como artículo IV realizado por los técnicos del organismo que visitaron el país el pasado octubre también destaca que la economía española ha ganado competitividad gracias a los «vientos externos» y a una política fiscal expansiva. Sin embargo, el documento de los 'hombres de negro' da un tirón de orejas al Ejecutivo al recordar que los «ajustes aún no están completos y los problemas estructurales persisten». Y el principal de todos ellos es el elevado paro. La receta del organismo es doble. Por un lado controlar que el parado realiza una búsqueda de empleo activa para cobrar las prestaciones. Por otro, profundizar en la reforma laboral para facilitar más el despido.

«El desempleo de larga duración y el paro juvenil siguen siendo dolorosamente elevados», recoge el informe. Para solucionarlo el organismo que dirige Christine Lagarde considera urgente modificar las políticas activas de empleo. En concreto, defiende la necesidad de crear un perfil con las características del parado para lograr una asistencia más personalizada. Asimismo, apuesta por «verificar» que los desempleados realizan una búsqueda activa de un trabajo y participan en programas de formación y activación para poder «recibir las prestaciones».

Otro de los problemas señalados es la dualidad del mercado laboral por la alta temporalidad, algo que afecta sobre todo a los más jóvenes y que «aumenta la desigualdad». El FMI considera necesario hacer los contratos indefinidos «más atractivos para los empleadores». Para solucionarlo apuesta por un modelo de contrato único indefinido con una indemnización creciente. Una medida rechazada por los sindicatos y el propio Gobierno, que en su pacto con Ciudadanos limitaba los contratos a tres (fijo, temporal y de formación).

El FMI es consciente de que esta idea no cuenta con un respaldo político y por eso propone otra alternativa que tiene más adeptos: la mochila austriaca. Un modelo mediante el cual el trabajador acumula cada año una cantidad en concepto de indemnización por despido que puede trasladar a otros empleos posteriores independientemente del tipo de contrato. En cualquier caso, el FMI reconoce que en España hay sectores con importante peso en la actividad económica que tienen un carácter estacional, como el turismo o la agricultura. Por eso también considera que en esos ámbitos concretos siga existiendo el contrato temporal.

Subir el IVA

El informe también apuesta por endurecer la reforma laboral para facilitar los despidos y acabar con las incertidumbres jurídicas que han afectado a la ejecución de diversos EREs -los tribunales los han considerado nulos por diversos defectos en los procedimientos-. El FMI cree necesario "simplificar la lista de causas posibles para anular un despido". Asimismo, recomienda mantener la flexibilidad laboral y, por ende, la moderación salarial. Además, apuesta por reducir las cotizaciones a la Seguridad Social para los nuevos contratos orientados a parados de larga duración o jóvenes. En este sentido, el Gobierno ya aprobó una 'tarifa plana' para incentivar las contrataciones.

En el ámbito fiscal considera necesario continuar con la senda de consolidación presupuestaria. En concreto, defiende dar prioridad a las medidas para aumentar los ingresos, es decir, subir los impuestos. Así, defiende recetas clásicas como acabar con los tipos reducidos del IVA e incrementar los gravámenes medioambientales. Esta última posibilidad ya ha sido aceptada por el Gobierno, que contempla un incremento de la fiscalidad verde en 500 millones, aunque no ha concretado los tributos en que se aplicaría.

Además, en el lado del gasto el FMI se muestra partidario de «introducir copagos en los servicios de salud pública», aunque habría exenciones para los sectores más vulnerables. En este sentido, considera necesario que el Estado realice una evaluación del gasto para comprobar su eficacia. El Gobierno ya incluyó en el plan de Estabilidad que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sería la encargada de realizar una auditoria a partir de este ejercicio. Por último, el FMI mandó un claro mensaje a la oposición al señalar que uno de los riesgos para España sería «deshacer» las reformas pasadas, algo que crearía «incertidumbre».

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