Abanca "destruyó" más de mil puestos de trabajo en tres años

Abanca "destruyó 1.011 puestos de trabajo en tres años", lo que supone "un 20 % del empleo existente antes de la privatización" de esa entidad, resultante de un proceso de fusión de las cajas de ahorros gallegas, denunció hoy el sindicato CIG.

En un comunicado, CIG indica que en 2013 la firma NCG Banco tenía 5.043 trabajadores y 641 oficinas, según la Comisión Europea, y apunta que en 2016 su sucesora, Abanca, tenia 4.032 empleados y 668 oficinas, conforme a los datos publicados por la propia Abanca.

Eso supone que "en solo tres años la nueva dirección destruyó uno de cada cinco puestos de trabajo, una media de 1,8 menos por cada oficina", precisa el sindicato, y añade "aumentó el volumen de negocio gestionado por cada empleado, y por lo tanto, la carga de trabajo".

CIG denuncia que los despedidos "no tuvieron coste para los nuevos propietarios, ya que se pagaron con dinero público provisionado por el Estado" y señala que desde la entrega de NCG Banco al grupo Banesco, hubo "un relato público sobre la gestión de Abanca que esconde la durísima reestructuración" de la entidad bancaria gallega.

Añade que pese a rebajar su plantilla, "Abanca continuó recibiendo ayudas públicas" conforme a lo establecido por el Fondo de reestructuración bancaria FROB para la venta.

Así, el sindicato calcula que solo por las denominada cláusulas suelo, declaradas abusivas por la justicia, "recibió 427 millones de euros" entre 2016 y principios el primer trimestre de 2017, un periodo en el que "el máximo accionista se embolsó 353 millones de euros".

Señala que en el momento de proceder a la venta de NCG Banco, CIG ya había reclamado a las autoridades baremos para que tuvieran en cuenta el mantenimiento del empleo, a lo que los responsables del FROB explicaron que sería "difícil" y hasta "mostraron un desprecio absoluto" hacia los puestos de trabajo de la entidad bancaria.

El sindicato considera los datos sobre reducción de empleo "escandalosos" y apunta que en 2010, en el momento de la fusión, promovida por la Xunta, presidida por Alberto Núñez Feijóo, las las cajas de ahorros gallegas tenían casi 8.000 personas.