Llega a bolsa Secuoya, la gran amenaza para Mediapro
El floreciente pero ahora mustio y concursado negocio que montó Jaume Roures en torno a Mediapro bajo la sombra del PSOE puede tener los meses contados. Y eso que hace tan solo una semana un juzgado de Barcelona comunicó a la empresa su decisión de levantar el concurso de acreedores que arrastraba desde junio del año pasado.
Con una deuda de 1.000 millones dispone de tres años para ponerse al día. Veremos como lo hace porque a Roures y compañía le están creciendo los enanos. Más allá de lo que pase con La Sexta y con su apuesta millonaria en derechos de fútbol y deportes de talonario como la Fórmula 1, a Mediapro le ha salido un competidor de altura, de mucha altura. Se trata del grupo de comunicación Secuoya, una firma granadina que pisa fuerte y hoy mismo se ha estrenado en el Mercado Alternativo Bursátil.
Fundada hace tres años, quizás en lo más duro de la crisis, está creciendo escandalosamente y ha sido capaz de doblar beneficios y facturación. Con semejante velocidad de crucero, y habida cuenta de que los mercados de crédito siguen cerrados a cal y canto, Secuoya ha buscado financiarse donde lo hacen los buenos. En la bolsa. Y la apuesta tiene pinta de ser caballo ganador.
Conscientes de que no se puede triunfar sin arriesgar, los directivos de la firma se han embarcado en el proyecto de 'La Ciudad de la Tele', de futura ubicación en Tres Cantos. Se trata de juntar a todas las productoras en un mismo espacio para hacer televisión de calidad y con medios de primera. Vaya, como Dios manda. Secuoya promueve, aglutina y alquila. Una idea brillante para un plan de campanillas.
Ahora hay fondos y como bien ha recordado hoy en la salida a bolsa el presidente ejecutivo de la firma, Raúl Berdonés, la productora está jugando en otra liga, con reglas más exigentes que obligan a ser más ambiciosos.
Dicho y hecho. Objetivo, plantarle cara a Mediapro y a ser posible en las antípodas ideológicas a las que se arrimó Roures. ¿Cómo hacerlo? Muy fácil, fichando como consejero dominical a Miguel Ángel Rodríguez, antiguo secretario de Estado de Comunicación y portavoz del Gobierno de José María Aznar. Un experto en este negocio que además aporta una agenda más valiosa que el oro de Moscú.
Y si además añades a David Folgado, ex Arthur Andersen y auténtico maestro en medios de comunicación, el éxito parece cosa hecha. Sobre todo ahora que al PSOE de Zapatero le quedan dos telediarios en La Moncloa. Y al de Rubalcaba casi seguro que cuatro años más como mínimo haciendo méritos en la oposición.
