El bitcoin se hunde por el miedo a la Fed y a la tensión en Ucrania

El bitcoin cae hasta los 39.000 dólares y defiende soportes por el miedo a un ajuste duro de la Fed y a las tensiones geopolíticas en Ucrania

La cotización del bitcoin se desplomó hasta los 39.000 dólares y alcanzó mínimos de cinco meses en medio de un fuerte movimiento de aversión al riesgo en los mercados.

El castigo impactó a otras criptomonedas, como el ether, que se hundió un 13 por ciento y cayó hasta los 2.850 dólares, o el cardano, que retrocedías más de un 4 por ciento. Peor parte se llevó Solana, la moneda de moda, que se hundió un 16 por ciento.

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Desde los máximos de noviembre, el mercado de criptoactivos perdió más de un billón de dólares en valor, afectado sobre todo por el miedo a la inflación y a una política monetaria mucho más restrictiva por parte la Fed.

Las criptomonedas se han convertido en el objetivo más claro para recoger beneficios entre las inversiones especulativas a medida en que el banco central estadounidense se prepara para apretar las clavijas al mercado.

La Fed como catalizador bajista para el bitcoin

Además, la clara correlación de estas inversiones con las compañías tecnológicas del Nasdaq y el miedo a un conflicto militar en Ucrania, dispararon la aversión al riesgo y aceleraron el castigo.

Entre todos estos factores, los mercados descontaron con más agresividad la posibilidad de que la Fed comience a dar sustos con su política monetaria tan pronto como este miércoles.

Lo que se descuenta ahora mismo son cuatro subidas de tipos de interés este año, la primera de 50 puntos básicos, más una reducción de balance que se traducirá en venta de bonos y drenaje de liquidez. Gasolina alcista para el dólar y madera bajista para las criptomonedas.

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“El bitcoin aún podría tener un recorrido difícil, ya que la ansiedad en torno al endurecimiento monetario sigue siendo elevada”, dijo Craig Erlam, analista de Oanda.

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El avispero de Ucrania se calienta

A todos estos factores hay que sumar el mal tono del mercado por los flojos resultados que están saliendo en Wall Street y por el miedo a que se desencadene la guerra en Ucrania.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Rusia pagará un precio muy alto si decide invadir el país. La tensión en la zona es máxima y los inversores tomaron el camino clásico, refugiarse en los bonos, con lo que sus precios giraron al alza.

"Vemos el repunte de los bonos hoy como una función de la cierta aversión al riesgo global debido a las continuas tensiones entre los Estados Unidos y Rusia”, dijeron los estrategas de Nomura.

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En medio de este conflicto geopolítico, el Banco de Rusia echó más leña a la hoguera de las criptomonedas tras advertir de que está trabajando en la prohibición de la minería de estas divisas, como antes hizo China.

La peligrosa correlación con el Nasdaq

Lo que han puesto de relieve las últimas caídas es que el bitcoin sigue siendo un activo de riesgo como los demás. La madurez de la moneda como depósito de valor aún parece lejana.

La prueba más evidente es la peligrosa correspondencia con el Nasdaq, el índice más castigado en Wall Street. El coeficiente de correlación entre ambas monedas alcanzó una lectura de 0,4, la más alta desde 2011.  

En la medida en que los valores tecnológicos se sigan llevando la mayor parte del castigo por culpa del ajuste de tipos al alza que se espera de la Fed, el bitcoin podría seguir pasándolo mal, tal y como refleja esta correlación con los valores tecnológicos.

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Además, en un mundo que ya ve muy cerca la salida de la pandemia, no está claro que las compañías tecnológicas mantengan las altas tasas de crecimiento con las que brillaron en el confinamiento. Es lo que se ha empezado a ver en Wall Street con los decepcionantes resultados de Netflix o Peloton.

El bitcoin, en zona de soportes

Tras las caídas vistas este viernes, el bitcoin llegó a cotizar en los 38.000 dólares, aunque recuperó la zona de los 39.000 dólares en el arranque de las bolsas europeas.

Según indicó Javier Molina, el primer soporte intermedio está en los 37.000 dólares, un nivel que delimita el último stop para los inversores que apuesten por la recuperación de los 40.000 dólares.

Habrá que ver cómo encaja el mercado el varapalo, aunque hay algunos indicadores técnicos que invitan al optimismo. Por ejemplo, el oscilador RSI ha entrado ya claramente en zona de sobre venta y anticipa la formación de un suelo en la cotización.

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