La CNMV recicla su plan de 2021 con las criptomonedas
La CNMV muestra su interés y preocupación por las criptomonedas, pero se limitará a supervisar el cumplimiento de su promoción
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) quiere estrechar el cerco sobre las criptomonedas en 2022, pero para ello se va a limitar a reiterar el plan estructurado en 2021.
El organismo supervisor de los mercados de valores españoles presentó durante la mañana del miércoles un plan de actividades de 2022 con el que pretende velar por el buen funcionamiento del sistema, manteniendo las líneas estratégicas de 2021.
La CNMV aseguró que el nuevo plan, a pesar de ser una extensión de las líneas maestras esbozadas el año pasado, actualiza algunas nuevas prioridades, enumerando hasta 47 objetivos concretos a desarrollar a lo largo del ejercicio para asegurar la supervisión rigurosa y el impulso de los mercados, así como la protección de los inversores.
En el caso de las criptomonedas, pese a que la institución considera que pueden entrañar un riesgo para los inversores, la actualización del plan esbozado por la institución se limitará a una supervisión de la publicidad de los criptoactivos que ya comenzó a preparar el año pasado, y que entró en vigor el pasado 17 de febrero.
Las criptomonedas se mantienen en el radar del supervisor
"La CNMV quiere impulsar los mercados de capitales como palanca de una recuperación económica sostenible y digital, siempre con la supervisión rigurosa como eje de actuación y promoviendo la lucha contra el fraude financiero", señalaba el presidente de la institución, Rodrigo Buenaventura, durante el plan de actividades de la CNMV para 2022.
Para conseguir estos objetivos, el ente público dibujaba medidas como la elaboración de pautas y procedimientos para la adaptación de las SICAV a su nuevo régimen fiscal, o el análisis de nuevas medidas de intervención en la operativa con contratos financieros por diferencias (CFD).
La entidad presidida por Buenaventura también se comprometía en este plan de actividades a "fomentar los avances tecnológicos aplicados a los mercados de valores, pero previniendo sus riesgos".
Bajo esta línea de actuación, la CNMV enmarcaba la necesidad de prestar especial atención a la publicidad de criptoactivos en 2022. Una línea de ataque en la que ya se centró durante el 2021, y a través de la cual durante este año se limitará tan solo supervisar su estricto cumplimiento.
"En materia de avances tecnológicos, criptomonedas y riesgos asociados, lógicamente tiene un peso importante lo que supone la nueva circular de publicidad de criptoactivos que estamos estrenando estos días, pero en su conjunto, estamos hablando de un mensaje de continuidad respecto a lo marcado en 2021", afirmaba Buenaventura.
La CNMV se contenta con el trabajo hecho en 2021
El plan de actividades de 2021 marcó la apuesta de la CNMV por hacer referencia a los criptoactivos dentro de su listado de preocupaciones sobre las que trabajar para lograr el buen funcionamiento de los mercados.
En el listado de actuaciones enumeradas por la institución en aquel momento, se prometía la preparación de una circular sobre publicidad de criptoactivos que, efectivamente, fue aprobada satisfactoriamente y se puso en funcionamiento el 17 de febrero de 2022.
La nueva norma aprobada define las reglas sobre el contenido y el formato de los mensajes publicitarios de las campañas sobre estos activos, exigiendo que incluyan contenido claro, equilibrado, imparcial y no engañoso e información sobre los riesgos de manera destacada.
Los anuncios tendrán que incluir, además, la siguiente advertencia: “La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido”
El enunciado de la propia medida reconoce, sin embargo, que con su aplicación "no se regulan los propios criptoactivos, su emisión o los servicios prestados sobre los mismos", sino que se limita a fijar las herramientas y procedimientos para hacer efectiva la supervisión de la actividad publicitaria de los mismos.
Por ese motivo, diversas voces del mercado esperaban un paso más de la institución pública en su esfuerzo por regular y supervisar unos activos que están ganando terreno dentro del sistema financiero tradicional. Pero este paso, de llegar en 2022, no será por iniciativa de la CNMV, de acuerdo a los planes anunciados durante la mañana del miércoles.
Europa marca la pauta
Tanto en los planes de 2021 como en el de 2022, la CNMV mostraba su cautela para dar mayores pasos respecto a los criptoactivos aludiendo al hecho de que "no existe todavía en la Unión Europea un marco que regule los criptoactivos como el bitcoin, y que proporcione garantías y protección similares a las aplicables a los productos financieros".
Por ello, el ente supervisor recordaba que se está negociando a nivel europeo un reglamento conocido como MiCA que tiene como objetivo establecer un marco normativo para la emisión de criptoactivos y para los proveedores de servicios de los mismos.
Y es que la CNMV reconocía que tanto las criptomonedas como la tecnología que les da soporte "pueden ser elementos que dinamicen y modernicen el sistema financiero", pero apuntaba que, para valorar su validez como alternativa de inversión o su uso como medio de pago "es preciso también tener muy presente el nuevo ámbito regulatorio, el alto riesgo de la inversión y los problemas derivados de su carácter transfronterizo".
Por ello, se comprometía a hacer un especial seguimiento del desarrollo de los mercados de criptoactivos que le permita "estar en las mejores condiciones posibles" para reforzar la protección de los inversores a través de la futura regulación prevista en la materia.
Mientras tanto, habrá que conformarse con la supervisión de la publicidad que se haga de los mismos.
