UTAC lamenta el descenso en 335 autónomos durante 2017 y su empeoramiento

La Unión de Trabajadores Autónomos de Cantabria (UTAC) ha lamentado el "empeoramiento" de las condiciones que ha sufrido este colectivo a lo largo de 2017, en el que se ha registrado un descenso de 335 trabajadores.

UTAC señala en un comunicado que 6.087 autónomos han decidido emprender una actividad económica en Cantabria, mientras que 6.422 han desaparecido, lo que en términos netos supone que, a 30 de noviembre, se hayan perdido 335 activos "en un año que supuestamente sería de recuperación económica".

Esta asociación reconoce los "intentos" del Ejecutivo cántabro para fomentar el empleo pero considera que "no están dando los resultados esperados", lo mismo que la tarifa plana establecida por el Gobierno central para que un mayor número de autónomos puedan iniciar su actividad en las mejores condiciones posibles.

El secretario general de UTAC, Eduardo Abad, ha abogado por profundizar en el estudio de las deficiencias existentes para poder desarrollar políticas correctoras, como considera que ha hecho la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo con medidas dirigidas al relevo generacional.

En la nota de prensa también se valora que este año concluye con la puesta en marcha de la Ley de Medidas Urgentes del Trabajo Autónomo, lo que supone, entre otras medidas, la consideración como gasto en el IRPF de las dietas de manutención a trabajadores, aspectos de la conciliación de la vida familiar y profesional, así como el reconocimiento en contingencias profesionales de accidentes de trabajo.

Por otra parte, a partir de un informe de la subcomisión del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), desde UTAC se proponen tres niveles distintos de cotización, el primero de 50 euros para aquellos que ganen por debajo del salario mínimo interprofesional, aunque sin tener derecho a ninguna prestación del sistema y con una duración máxima de 2 años.

El segundo tramo derivado de ese informe sería para todos los autónomos que ingresen menos de 40.000 euros netos al año, que podrán elegir entre la base mínimo de 910 euros y un máximo de 3.500, y por último, para los que recauden más de 40.000 euros, una base mínima de 1.820 euros y un tope de 3.500.

Abad ha manifestado que estos cambios harían recaudar a la Seguridad Social unos 3.500 millones de euros, lo que serviría para equilibrar los cerca de 6.000 millones de euros de déficit acumulado en el RETA.

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