Se buscan directores de riesgos insensatos

Ante la verborrea, hechos contundentes. Ante tanto mirarse el ombligo diciendo que la banca española es un ejemplo de prudencia,[…]

Ante la verborrea, hechos contundentes. Ante tanto mirarse el ombligo diciendo que la banca española es un ejemplo de prudencia, embargo tras embargo. Y no me refiero a los del pobre ciudadano de a pie que ha pillado una mala racha, ha perdido el trabajo y ahora tiene en juego hasta la camisa. Si no a las grandes corporaciones, tipo Martinsa-Fadesa, Astroc y Colonial que están cayendo como chinches por su pésima gestión

 El último capítulo lo conocimos anoche, con la toma de control de Metrovacesa por los seis mayores bancos y cajas españoles -Santander, BBVA, Popular, Banesto, La Caixa y Caja Madrid- , casi los mismos que el pasado viernes dejaron morir a Habitat tras ayudarla a hacer el triple salto mortal con la compra de Ferrovial Inmobiliaria por más de 2.000 millones hace apenas dos años. Ambos

Un compendio de errores y de pésima administración del riesgo por parte de directivos sin los mínimos conocimientos financieros para saltar al ruedo bursátil para hacerse grandes sin poner un duro y por parte de nuestros banqueros, esos que han cacareado en todas las tribunas que ellos no estaban contaminados por las hipotecas subprime y los productos estructurados de la banca estadounidense.

Como ya hemos dicho desde este espacio que el sistema financiero español estaba y está infectado por otro tipo de subprime, la del ladrillo. La colección de proyectos ruinosos financiados sin el mayor miramiento crece como un reguero de pólvora que amenaza con hacer saltar por los aires los balances de los bancos y cajas españolas. Ahí están las Martinsa-Fadesa, Astroc, Colonial, Detinsa, Dico, Habitat, Pedralbes, Afirma, Restaura y Metrovacesa, muertas o a la espera de recibir la extrema unción, a la espera de saber que ocurre con Nozar, Reyal y otros empresarios venidos a menos como José Ramón Carabante, Domingo Díaz de Mera y Nicolás Osuna.

Lo peor está por venir y la lista de ejecuciones se va a propagar con la misma rapidez con la caducan los vencimientos de deuda imposibles de pagar porque los promotores no ingresan un duro. Y lo curioso de esta situación es que, a diferencia de los bancos americanos, donde ha dimitido hasta el bedel, aquí todo el mundo sigue en su sitio. Tan sólo algunas entidades, como Bancaja y Banco Pastor, han tomado medidas para enviar a los directivos de riesgos que no valoraron bien el riesgo a otras funciones menos dañinas para sus cuentas.

Los demás, empezando por lo de Santander, BBVA, La Caixa y Caja Madrid, sin olvidarnos de otras entidades más pequeñas como la CAM o Caixa Galicia, siguen ahí, pese al perjuicio causado y el que les aguarda. La morosidad va a superar las cotas de 1993 y se va a comer -perdón, ya se ha comido- la famosa hucha de las provisiones genéricas. Flaco favor al sistema, a los propios bancos y a los accionistas.

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