Reunión del BCE de septiembre: ¿Qué podemos esperar?

La última reunión del Banco Central Europeo (BCE) antes de las vacaciones de verano generaba mucha expectativa. Principalmente, porque los[…]

La última reunión del Banco Central Europeo (BCE) antes de las vacaciones de verano generaba mucha expectativa. Principalmente, porque los mercados descontaban que su presidente, Mario Draghi, diera pistas sobre el nuevo paquete de medidas. Y no decepcionó. De entrada, señaló que ya habían encargado a un equipo de expertos que valorasen un nuevo programa de compras así como un nuevo recorte en la facilidad de depósitos que se realizaría de manera escalonada. 

David Kohl, economista jefe de Julius Baer, señala que el "BCE reconoce que la inflación es demasiado baja y la dinámica de crecimiento se está deteriorando en la zona euro". El experto destaca que durante su presentación demostró una fuerte determinación de actuar con un paquete de orientación de tasas reforzada, tasas más negativas que incluyen medidas de mitigación para los bancos y reinicio de la flexibilización cuantitativa en su próxima reunión en septiembre.

Limitados por el límite inferior de las tasas de interés, todas las medidas pertenecen al conjunto de herramientas no convencionales de la política monetaria y están destinadas a suprimir las tasas de mercado en un amplio espectro de vencimientos. En lugar de actuar ahora, señala Kohl, el BCE utilizó la reunión para establecer un amplio consenso entre sus miembros de que las dinámicas de crecimiento de la eurozona continúan deteriorándose y que la inflación y las expectativas de inflación son demasiado bajas. 

Para septiembre, el experto de Julius Baer esperan que el BCE reduzca su tasa de depósito al 0,6% e introduzca un sistema escalonado para la remuneración de la reserva, que debería mitigar el efecto negativo en la rentabilidad del banco. El reinicio de las compras de activos (QE) podría volverse dependiente del nivel de las tasas a largo plazo y podría diseñarse para mantener estas tasas bajas, en lugar de comprar volúmenes mensuales predefinidos. 

Las medidas que contemplan desde Monex Europe también van en ese sentido y no descartan posibles recortes de los tipos de interés por lo menos hasta la primera mitad del 2020. De momento esperan que el paquete podría incluir un sistema escalonado de compensación a las reservas bancarias y la reapertura de las compras netas de bonos. Esto, además, tiene consecuencias para el euro, puesto que el agresivo giro de la política monetaria del BCE añade un sesgo marcadamente bajista a la moneda única en el corto y mediano plazo.

Pero también se levantan opiniones críticas tras la intervención de Draghi. "Hace unos meses, el BCE sugirió un alza de tasas en el otoño de 2019. Finalmente, lo que tendremos será un recorte de tasas en septiembre. ¿Cuál es la capacidad de previsión del BCE? Muy débil. Sin embargo, a pesar de esta débil capacidad de previsión del BCE, todo el mercado financiero es dependiente de las decisiones que toman los bancos centrales", critica Philippe Waechter, economista jefe de OSTRUM AM (gestora afiliada de NATIXIS IM), que añade que es preocupante. "Tras el anuncio del BCE sigo preguntándome para qué es necesario un BCE más acomodaticio, pero añadiré otro comentario: el riesgo de recesión parece bajo, según el propio Draghi. ¿Qué hará entonces el BCE en caso de recesión? Para salir de esa situación, será necesario a toda costa una política fiscal proactiva", concluye. 

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