Montoro empieza a negociar los Presupuestos con Nueva Canarias

Iglesias cree que a Rajoy sólo le importa tener «atadas» las cuentas y censura que «se la bufe» la separación de poderes.

La votación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado será la prueba a finales de junio de la estabilidad del Gobierno en esta legislatura. Y con el ánimo de superar el examen, el Ministerio de Hacienda está volcado en la negociación del proyecto de ley que el Consejo de Ministros aprobará el 31 de marzo. A las conversaciones, fundamentalmente con Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria, se sumó hoy el diputado Pedro Quevedo, que podría decantar la balanza y salvar las cuentas.

El representante de Nueva Canarias, formación que concurrió a los comicios en coalición electoral con el PSOE, mantuvo este miércoles su primer encuentro con Cristóbal Montoro sin ofrecer garantías de nada hasta entrar en el fondo de la propuesta. «Aquí se puede hablar de una abstención, de un sí y también de un no -mantuvo en el aire-; como no haya rigor y seriedad nosotros no vamos a suicidarnos».

De lograr el Gobierno el respaldo de los nacionalistas vascos, de las formaciones canarias y Ciudadanos, los 176 escaños de la suma serían suficientes para tumbar las enmiendas a la totalidad que se presenten desde la oposición. Aunque la complicación reside en mantener ese bloque inalterable hasta el final del proceso.

Partida a partida, el Ejecutivo tendrá que volcarse en consensuar a lo largo del mes de mayo cada enmienda parcial para evitar que su proyecto quede desvirtuado. Y en ese juego de equilibrios tocará la puerta de partidos como Compromís o el PdeCAT, con responsabilidades de gobierno en ejecutivos autonómicos.

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Sensaciones

La decisión de enviar a las Cortes el proyecto, no significa que en la Moncloa tengan la certeza de que las cuentas de 2017 podrán ser actualizadas. En los pasillos del Congreso, Mariano Rajoy eludió hoy mostrarse optimista y hablar en términos de «sensaciones». «Si todo el mundo actúa con responsabilidad, se pueden aprobar, es importante -señaló-, pero yo tengo que ser prudente».

En el hemiciclo Pablo Iglesias acababa de dar por sentado que el Ejecutivo tiene ya «atados» los Presupuestos gracias a formaciones como Ciudadanos o el PNV y el diputado de Nueva Canarias «que le va a prestar el PSOE». La alusión indignó a Quevedo tanto como sorprendió a la bancada del PP. «Celebro saber que ya he conseguido el apoyo a los Presupuestos y espero que todos los citados por usted tomen buena nota y le hagan caso, a partir de ahí yo pocas cosas más voy a tener que hacer», bromeó Rajoy.

La tesis del líder de Podemos apunta a que garantizadas las cuentas, al presidente «se la bufa» lo demás. En concreto, que los letrados del Congreso hayan aconsejado al Gobierno restringir su capacidad de veto a las iniciativas de la oposición. Ante este informe, Iglesias ofreció a Rajoy una retahíla de expresiones que podrían servirle: «Me importa un pimiento, un huevo, un rábano o un pepino, me la trae floja, me la suda, me la trae al fresco, me la pela, me la refanfinfla».

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