Mafo, el nerviosismo de Moncloa y las dimisiones

El endurecimiento de la crisis empieza a poner negro sobre blanco en España. Ya ha forzado un cambio de Gobierno[…]

El endurecimiento de la crisis empieza a poner negro sobre blanco en España. Ya ha forzado un cambio de Gobierno y no es descartable alguna baja más en el bando amigo a tenor del cruce de declaraciones de las últimas 24 horas, en las que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (Mafo), supuestamente en las filas socialistas, ha marcado su independencia con declaraciones que han hecho mucho daño en el seno del Ejecutivo.

Aunque fue nombrado por Zapatero, desde hace unos meses, el veterano economista se ha desmarcado de la línea oficial del 'aquí no pasa nada'. Comenzó su viraje hacia la realidad en febrero cuando admitió que el sistema financiero, y en particular las cajas, estaba muy enfermo y necesitaba una operación quirúrgica de urgencia. Ahora ha hecho lo mismo con su diagnóstico sobre la salud de nuestras pensiones, esas por las que todos trabajamos y esperar cobrar cuando pasemos a la reserva.

Conviene recordar que las pensiones no son competencia del Banco de España, y que Mafo sólo ha dado su 'opinión'. "El documento no es sino un resumen de lo que puede entenderse como el consenso de los especialistas en relación con el diagnóstico sobre la situación y los problemas de nuestro sistema de pensiones y sobre las posibles vías para afrontarlos", tal y como aclaró el gobernador al principio de su disertación.

Aunque intentó rebajar la munición del mensaje- "yo  estoy seguro (...) que esos problemas son solubles si se toman las medidas oportunas y que, además, si se toman sin tardanza, estas no tienen por qué ser traumáticas"-, lo cierto es que ha provocado un boquete  en la línea de flotación de un Gobierno que hace tiempo perdió la credibilidad en cuestiones económicas y que sigue apostando por una política social impropia de estos tiempos.

Zapatero y sus afiliados, ahora también ministros, saben que han perdido gran parte del apoyo del pueblo y temen, con este tipo de titulares, perder también el respaldo de la masa de jubilados, un público objetivo que puede decantar unas elecciones. Por eso, Celestino Corbacho se puso ayer como una furia contra Mafo, que dijo otras verdades como puños.

"Es fundamental mantener las finanzas públicas saneadas. Bajo una perspectiva de medio plazo. El recorrido al alza del déficit público no puede ser ilimitado en la situación actual con el fin de evitar que se genere un fuerte aumento de la deuda pública, que imponga una carga excesiva sobre las generaciones futuras". Un ideario similar al de Pedro Solbes, al que ya han 'jubilado' por oponerse a tanta falsedad gubernamental.

Por ello, y teniendo en cuenta el nerviosismo de Moncloa, no sería de extrañar que hubiera nuevas dimisiones, como la que ya han protagonizado el subgobernador del Banco de España, José Viñals, y el secretario de Estado de Economía, David Vegara. Algún socialista debe estar pidiendo ya la cabeza de Mafo, teniendo en cuenta que pronto habrá que cambiar la normativa contable para evitar más intervenciones bancarias. O lo mismo se va él antes para no sentirse cómplice.

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