Los españoles vuelven a endeudarse, aunque a tipos más caros

Las familias españolas vuelven a endeudarse. La recuperación económica, el crecimiento del PIB y la creación de empleo están teniendo[…]

Las familias españolas vuelven a endeudarse. La recuperación económica, el crecimiento del PIB y la creación de empleo están teniendo diferentes consecuencias y cambios de tendencias. Una de estas es la vuelta al endeudamiento; es decir, los españoles vuelven a pedir financiación.

Durante la crisis económica, los españoles se centraron en pagar sus deudas por lo que se redujo la concesión de préstamos. Además, las entidades endurecieron las condiciones de acceso a estos créditos lo que ayudó a que se redujera el endeudamiento de las familias. Si en el año 2013 la amortización neta suponía más de 46.000 millones de euros en préstamos, en el 2017 apenas supuso 810 millones de euros, según el Banco de España.
Sin embargo, estos últimos meses ha habido un cambio de tendencia. Los Bancos y Entidades Financieras de Crédito conceden más préstamos al consumo y se contratan más tarjetas de crédito, pero también es el ciudadano el que ha ganado más confianza que le lleva a endeudarse más. Este crecimiento en el endeudamiento es de momento tímido, tan sólo 3.063 millones de euros según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero si muestra un cambio de tendencia. 

Las cifras del Banco de España también confirman estos datos. La deuda de las familias subió un 0,36% en mayo de 2018, hasta los 706.058 millones de euros, lo que supuso 2.575 millones de euros más que el mes anterior, con lo que registró su nivel más alto en lo que va de año.

El ligero aumento de la deuda de las familias en el quinto mes del año se debe principalmente al alza de los créditos destinados al consumo, que se situaron en 180.622 millones de euros, se elevaron un 1,9% a nivel mensual y un 0,7% a nivel interanual. 

Crece el endeudamiento a pesar de que los intereses siguen siendo caros 

Los criterios de concesión de préstamos para consumo se han relajado en 2018. Esta evolución se habría producido por el lado de la oferta como consecuencia del aumento de las presiones competitivas y de la mejora tanto de las perspectivas económicas generales como de la solvencia percibida de los prestatarios. 

"Aunque es normal que se expanda el crédito o se endeude más un país cuando las condiciones económicas mejoran (crecimiento del PIB, descenso del paro, etc.), en España somos mucho más sensibles a los cambios, y al percibir o disfrutar de esta mejora aumentamos nuestras solicitudes de financiación. Si a esto añadimos que se ha abierto más el préstamo (por mayor competencia y mejores condiciones de morosidad), el resultado es este incremento a pesar de tener unas condiciones de financiación muchas más caras", señala el experto en finanzas en iAhorro.com, Antonio Gallardo. 

Con respecto a las peticiones de préstamos (demanda), el ascenso del gasto en bienes de consumo duradero, la mayor confianza de los consumidores y, en menor medida, los menores niveles de tipos de interés habrían sido los principales factores que contribuyeron al incremento de las peticiones. Sin embargo, el ascenso de la financiación interna mediante ahorros y, en menor medida, el mayor uso de otras fuentes de financiación externa habrían afectado en la dirección contraria.

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"Sí hemos visto una fase expansiva antes de la crisis financiera. Pero el endeudamiento personal, aunque ha crecido es limitado, incluso el hipotecario, que en la mayoría de las ocasiones es finalista, solo para financiar la compra de la vivienda y no es una herramienta de conseguir fondos como en otros países. Por eso estamos muy lejos del endeudamiento de países anglosajones, por ejemplo. Pero si somos más sensibles, cualquier cambio a mejor o peor en la economía genera movimientos bruscos, o se abre o se cierra el crédito", apunta Gallardo.

España tiene uno de los tipos más caros a cinco años (Corto plazo)

Endeudarse de por sí no es malo, si lo pueden ser las circunstancias y características del endeudamiento y es lo que nos debe poner en alerta. Si analizamos los datos de los tipos de interés medio en los préstamos de 1 a 5 años, que es el más solicitado por los españoles, es donde los diferenciales con los principales países de Europa y con la media de la zona euro son superiores.

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Según los datos del Banco Central Europeo, el tipo medio de España de 1 a 5 años (corto plazo) se sitúa en el 8,15% mientras que la media de la Zona Euro está en el 5,09% por lo que su diferencial es el -3,06%, dato que se puede observar en la tabla superior. Este diferencial aumenta hasta el -4,95% en el caso de Bélgica y se reduce hasta el -1.34% con Portugal. 

Si además estos datos los comparamos con los de los últimos 8 años podemos ver que en el inicio del análisis, en 2010, los tipos en España estaban por debajo de Portugal e incluso de Italia. El diferencial con la media de la Unión Europea era 1,83% y con el país que entonces tenía tipos más bajos (Alemania) era del 2,93%.

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