Los embargos de vivienda habitual siguen a la baja al caer 53,3 % hasta marzo

Las ejecuciones hipotecarias, o embargos de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas habituales[…]

Las ejecuciones hipotecarias, o embargos de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas habituales disminuyeron un 53,3 % en el primer trimestre del año, cuando se registraron 2.027, lo que confirma el retroceso de los últimos ejercicios ante la mejoría del sector.

A pesar del repunte del 14,7 % experimentado por el total de procedimientos respecto a los últimos tres meses de 2017, los expertos celebran un retroceso interanual que afecta especialmente a las viviendas con hipotecas constituidas entre 2005 y 2008, años en los que los precios se encontraban en máximos.

Para el director de estudios de pisos.com, Ferrán Font, los "importantes" ajustes producidos en las estadísticas de ejecuciones hipotecarias durante los dos últimos años "resultan esperanzadores".

En su opinión, esta situación "se trata de un síntoma claro de la buena marcha del sector y de la recuperación de la economía de las familias frente a los impagos que se produjeron durante la crisis".

Asimismo, recuerda que las viviendas más afectadas por los embargos, aquellas adquiridas en 2007 -año que concentra el 20,1 %- se depreciarían más tarde por debajo del valor de la hipoteca, haciendo que la casa valiera menos que la cantidad pendiente de pago.

Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en total, hasta marzo se registraron un total de 14.183 certificaciones por ejecución hipotecaria, un 17,8 % menos que un año antes.

De ellas, 13.428 correspondieron a fincas urbanas, un 18,2 % menos que en el mismo periodo de referencia de 2017, y 755 a fincas rústicas, un 9,3 % menos.

Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas concentraron el 47,2 %; un 14,3 % del total son viviendas habituales de personas físicas, mientras que el 28,6 % pertenece a personas jurídicas y el 4,3 % a otros domicilios habituales de particulares.

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Tomando como referencia las viviendas familiares existentes en España hasta marzo, 18,5 millones según el INE, el 0,01 % iniciaron una ejecución hipotecaria en ese periodo.

Por su parte, los embargos de otras fincas urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) suponen el 41,1 % del total.

En cuanto al estado de las propiedades embargadas, un 16,9 % lo fueron sobre viviendas nuevas, que descendieron un 3,3 % respecto al pasado año, y un 83,1 % sobre usadas, que lo hicieron un 30,6 %.

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Asimismo, el INE destaca que un 54,6 de las ejecuciones sobre viviendas corresponde a hipotecas constituidas entre 2005 y 2008.

Por comunidades autónomas, las que muestran mayor número de certificaciones de embargo son Comunidad Valenciana (2.812), Cataluña (2.688) y Andalucía (2.453), todo lo contrario que País Vasco (120), Navarra (124) y Baleares (208).

Teniendo en consideración únicamente los procedimientos sobre viviendas, repiten como líderes de la tabla Andalucía (1.358), Cataluña (1.336) y Comunidad Valenciana (1.240).

Mientras que Navarra (33), País Vasco (36) y Galicia (90) registraron el menor número de casos.

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