Los directivos perciben la economía estable pero con "nubarrones" externos

Los directivos de las empresas aragonesas perciben la situación económica estable, tras varios semestres de estimaciones de crecimiento, y con incertidumbre por la existencia de "nubarrones" externos que pueden hacer cambiar la tendencia, como la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Esos son algunas de los datos y conclusiones que el presidente y el secretario general de ADEA, Salvador Arenere y José Guillén, respectivamente, han destacado del indicador de opinión acerca de diferentes aspectos de la coyuntura económica del segundo semestre de 2016 y las perspectivas hasta el próximo mes de junio sobre una muestra de 278 directivos aragoneses, el 33,4 del sector industrial y el 28,6 % directores generales.

Para los directivos, la facilidad para obtener financiación ha dejado de ser un problema acuciante, prevén para este semestre estabilidad en las plantillas o una mejoría (el 57,8 % y el 41,1 %, respectivamente) y las perspectivas de ventas son mejores para el 49,4 por ciento y estables para el 43,5 por ciento, ha detallado Guillén.

El 58,2 por ciento confía en una mejoría de las exportaciones y el 38,2 % espera estabilidad, pero Arenere ha advertido del peso que tiene la automoción, tanto General Motors como las auxiliares, y de la influencia que pueden tener las decisiones de Trump (170 empresas aragonesas exportan a Estados Unidos) teniendo en cuenta que ya ha paralizado una inversión de Ford en México y que sus posibles alianzas con Rusia y otras potencias pueden modificar el marco de relaciones comerciales con Europa.

Estos factores externos a la gestión inquietan los directivos, además del cambio de tendencia en los tipos de interés y en el precio del barril de petróleo.

Arenere ha destacado además que la producción industrial está "flojeando", y sólo el 17,1 por ciento de los directivos espera una mejora en las importaciones y la mayoría (el 75,9 %), estabilidad.

Los directivos mantienen su optimismo respecto a la evolución de la economía de Aragón en general, ya que el 59,4 por ciento confía en que mejorará este semestre, el 34,2 % que permanecerá estable y sólo el 6,4 % que empeorará.

Sin embargo, ha incidido en la necesidad de reactivar la economía y consecuentemente el empleo y, en ese sentido, ha apuntado que la falta de un nuevo presupuesto en la comunidad pone en peligro la inversión, que en infraestructuras es "escasísima", como en el ámbito nacional.

Para el presidente de ADEA, sería necesario lanzar planes de inversión y también, como ha planteado al presidente de Aragón, Javier Lambán, activar una oficina del inversor para agilizar actuaciones a partir de una determinada cuantía.

"Con la activación de la inversión viene el empleo", ha insistido Arenere, quien ha destacado que Aragón tiene una tasa de paro cinco puntos por debajo de la media nacional, del 13,53 por ciento, pero aún hay 87.800 parados, según los datos de la Encuesta de Población Activa hecho pública ayer.

Además, ha concluido, los directivos están preocupados por la inestabilidad política del país y la debilidad del gobierno en minoría porque ofrece, en su opinión, dificultades para el cumplimiento del déficit y la financiación de la excesiva deuda.

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