La UE eleva su presupuesto 2017 para afrontar retos migratorios y económicos

Los países de la Unión Europea (UE) y la Eurocámara aprobaron hoy su presupuesto para 2017, ligeramente más ambicioso que[…]

Los países de la Unión Europea (UE) y la Eurocámara aprobaron hoy su presupuesto para 2017, ligeramente más ambicioso que el de este año, con la vista puesta en responder a los nuevos desafíos derivados de la crisis migratoria y de seguridad, pero también a los problemas económicos que colean de la crisis.

"La fortaleza del presupuesto de la UE de 2017 radica en que se centra en medidas prioritarias como la inmigración, incluyendo sus causas raíces, y en fomentar la inversión como medio para estimular el crecimiento y crear empleos", dijo el secretario de Estado eslovaco de Finanzas, Ivan Lesay, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE.

Tras una reunión maratoniana, de más de 20 horas, los países y el Parlamento Europeo lograron consensuar de madrugada unas cuentas que garantizan 157.880 millones de euros en compromisos y 134.490 millones en pagos.

La cifra es solo un 1,7 % más abultada que la de 2016, cuando se sellaron 155.000 millones en compromisos (importe máximo de pagos futuros a los que se puede comprometer la UE), e incluso inferior en el nivel de pagos (gastos efectivos) que se situó en 143.800 millones.

Países, Parlamento y Comisión Europea (CE), autora de la propuesta inicial, partían de cifras diferentes pero estaban de acuerdo sobre dónde hace más falta el dinero.

La crisis migratoria, que ha traído a Europa millones de personas, y los atentados terroristas que han revelado las fallas de la seguridad comunitaria, se han sumado en el último año al elevado desempleo, la falta de competitividad y el crecimiento a medio gas que aún pesan sobre la economía.

"Hemos equilibrado las prioridades tradicionales con la habilidad de apoyar la innovación", dijo la vicepresidenta de la CE y responsable de Presupuesto, Kristalina Georgieva, quien incidió en que lo importante "no es el dinero, sino cómo se usa".

El pacto compromete casi 6.000 millones de euros en 2017 (un 11,3 % más que en el año anterior) para hacer frente a la crisis migratoria y reforzar la seguridad.

Publicidad
Publicidad

Ese dinero se utilizará para ayudar a los países a reasentar a refugiados, crear centros de recepción, impulsar medidas de respaldo para ellos o para devolver a los que no tengan el derecho a permanecer en la UE.

Además, se usará para proteger más las fronteras, luchar contra el crimen, actividades antiterroristas o para proteger infraestructuras críticas.

Sin embargo, el grueso del presupuesto, cerca de 74.900 millones de euros, se dedicará al capítulo de crecimiento, empleo y competitividad.

Publicidad

En concreto, 21.300 millones de euros (un 12 % más que en 2016) se destinarán a financiar programas formativos como el Erasmus (que aumentará su partida un 19 % hasta los 2.100 millones de euros) o el fondo europeo de inversiones estratégicas (que sube un 25 % hasta los 2.700 millones).

También una suma importante, 42.600 millones, se destinarán a apoyo para agricultores y ganaderos.

"Poniendo el acento sobre programas orientados al crecimiento y con dinero adicional para el programa Erasmus y la Iniciativa de empleo Juvenil, el Parlamento ha decidido invertir en el futuro" dijo el presidente de la comisión de Presupuesto de la Eurocámara, Jean Arthuis.

El negociador del Parlamento se mostró "satisfecho" con el acuerdo y destacó el carácter "constructivo" de la discusión pese a que la Eurocámara había empujado para obtener más fondos, en concreto 161.800 millones en compromisos y 136.800 millones en pagos, lo que suponía rebasar los techos de gasto pactados.

Publicidad

El Parlamento ha mantenido en las últimas semanas una pugna con los países para que también se actualizase el marco financiero plurianual y se elevasen estos límites hasta 2020 a fin de tener en cuenta la nueva realidad migratoria.

Sin embargo, los Estados, que son quienes alimentan el presupuesto con en torno a un 0,7 % de su PIB, se han negado a ampliar los topes de gasto.

Los países ya habían advertido de que no engrosarían sus contribuciones "más de lo necesario" en un momento en el que las capitales aún luchan por consolidar sus finanzas públicas.

En portada

Noticias de