La "preocupación" se extiende en la región de la soja por aranceles de Trump

La guerra de aranceles lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra China está comenzando a hacer mella en el[…]

La guerra de aranceles lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra China está comenzando a hacer mella en el corazón de la región de la soja del país, donde se percibe una "gran preocupación" por pérdida de oportunidades de negocio en un mercado "fundamental".

"Estamos a favor del comercio. Preferimos abrirnos a nuevos mercados que recibir paquetes de asistencia", explicó Bill Gordon, granjero de Minesota y tesorero de la Asociación Estadounidense de la Soja (ASA, por sus siglas en inglés), en una entrevista telefónica con Efe.

La soja es la principal exportación agrícola de EE.UU., con un valor estimado anual de 27.000 millones de dólares, de los que el 60% tiene como destino China, según datos del sector.

Por eso, Gordon reconoció la "gran preocupación" creciente en el medio oeste, en estados como el suyo, Iowa o Illinois, que son los principales productores de soja del país.

"Los mercados asiáticos son fundamentales para nosotros, ha tomado un gran tiempo consolidarnos en ellos", agregó.

No extraña, por tanto, que la imposición de aranceles por parte de Trump a China, a lo que el gigante asiático ha respondido con medidas similares, y que particularmente afecta a la industria de la soja, haya generado el rechazo mayoritario en esta región, que votó por amplio margen al mandatario en las elecciones de 2016.

"Aunque apoyamos a nuestro presidente -señaló Gordon-, lo cierto es que no estamos de acuerdo con las políticas actuales de aranceles, así que en el ámbito de los granjeros ahora mismo (Trump) no es muy popular".

Pese a remarcar en múltiples ocasiones que su agenda proteccionista no afectará a los productores locales, el Gobierno de Trump reconoció esta semana el daño económico al anunciar un programa de subsidios federales de 12.000 millones de dólares por parte del Departamento de Agricultura.

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Gordon, quien posee una granja de 2.000 acres (unas 800 hectáreas) con soja y maíz en Worthington, en el sur de Minesota, que cultiva con su padre y sus hijos, advirtió de que "estos subsidios no son las respuesta adecuada porque no van a ser suficientes para compensar las pérdidas, es como aplicar una venda pequeña a una hemorragia en una arteria".

"Es como si nos dan un cheque de 10.000 dólares cuando tenemos unas pérdidas de 100.000 dólares, realmente no nos ayuda demasiado", subrayó a Efe.

Consciente del rechazo en esta zona, Trump viaja hoy a Iowa e Illinois para reunirse con granjeros y productores locales.

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"El presidente se va a encontrar con una gran oposición, un montón de preguntas acerca de por qué no está hablando con China para solucionar la situación. Lo que necesitamos son nuestros mercados de regreso", anticipó.

Gordon alertó, además, de que debido a los aranceles en vigor desde el inicio de julio sobre la soja estadounidense "las dinámicas comerciales están cambiando" y "Brasil y Argentina ya están ampliando su producción para ocupar" la demanda del gigante asiático.

"Estamos hablando de miles de millones de dólares en oportunidades de ingresos perdidas", remarcó el agricultor, al apuntar que las primeras previsiones indican una caída en las exportaciones de 11 % respecto a julio de 2017.

El granjero de cuarta generación dio una bienvenida tibia al acuerdo alcanzado ayer miércoles en Washington entre Trump y el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, que incluye el aumento de las importaciones europeas de soja estadounidense.

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"Si nuestra soja no va a China, necesitamos venderla en otros mercados, y Europa es una oportunidad, aunque no es suficiente para compensar la pérdida de China", sentenció.

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