La OCU duda de la efectividad de la "tasa azúcar" al excluir ciertas bebidas

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) duda de la efectividad del impuesto a las bebidas azucaradas, que entrará en vigor el 1 de mayo en Cataluña, ya que excluye ciertas bebidas como las alcohólicas o los yogures bebibles.

En el comunicado, la OCU afirma que el impuesto solo afectará a los refrescos, bebidas de néctar de frutas, las isotónicas, las bebidas a base de té o café, las energéticas, leches endulzadas, batidos y bebidas mixtas de leche y fruta, las bebidas vegetales y las aguas con sabores, mientras que excluirá los yogures bebibles, las leches fermentadas bebibles, los productos para uso médico y las bebidas alcohólicas.

La OCU considera que "no parece razonable excluir de esta norma ninguna bebida (no médica) con contenidos en azúcar similares o superiores a lo definido como bebidas azucaradas" y asegura que no se trata de la mejor alternativa para "reducir la obesidad".

Por otra parte, desde la organización también consideran insuficiente el impuesto, que gravará a las bebidas con dos subidas: una de 0,08 céntimos por litro, si el producto tiene entre 5 y 8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, y una de hasta 0,12 céntimos por litro, en caso de que la cantidad de azúcar supere los 8 gramos por cada 100 mililitros.

"Una lata de una bebida a base de té" con un 7,7 % de azúcar, "en lugar de valer 0,60 ?, pasará a costar 0,63 ?" asegura OCU, que añade que "un par de céntimos" por bebida "no parece suficiente para cambiar los hábitos dietéticos de los consumidores", pero sí que tendrá "efectos positivos en las arcas públicas".

Además, insisten que "como ha sucedido en otros países europeos", cabe la posibilidad de que "las empresas asuman ese coste y los precios no cambien".

Desde la organización, tampoco creen que este tipo de medida sea adecuado y que "lo fundamental es que las bebidas azucaradas tengan el menor contenido posible de azúcar" y no sustituirlo por productos equivalentes.

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