El viaje 'low cost' de Iñaki Urdangarin a los juzgados

El exduque viajó en autobús al aeropuerto de Ginebra y voló a Palma en una compañía de bajo coste

Lejos quedan los tiempos de las comitivas y los actos de boato. Ahora son los de la bicicleta, el autobús y las aerolíneas de bajo coste. Iñaki Urdangarin salió el jueves a las 5 de la madrugada de su casa de Ginebra. Ante la sorpresa de los periodistas que hacían guardia, al cuñado de Felipe VI no le esperaba un coche de escolta. Urdangarin encaminó sus pasos hasta una cercana parada de autobús, donde esperó, con el resto de pasajeros, la llegada de la lanzadera.

Los reporteros se ofrecieron, incluso, a acercarle hasta el aeródromo, ofrecimiento, que rechazó con una media sonrisa antes de subirse al autobús.

En el aeropuerto de Ginebra, según varios testigos, el exduque esperó la cola pertinente hasta abordar el vuelo de la compañía low cost Easy Jet con destino a Palma de Mallorca que partía a las 6:25 de la mañana.

Una hora y media después, Iñaki Urdangarin llegaba al aeropuerto mallorquín de Son Sant Joan, pero esta vez, a diferencia de otras ocasiones, no hizo uso de prerrogativa alguna y abandonó las instalaciones por las puertas habituales, y no por la de autoridades. A su salida, eso sí, le esperaban dos escoltas en un Nissan Yuke de color negro, que le llevaron a la Audiencia Provincial. Allí le esperaban sesenta periodistas, divididos en tres grupos dentro de sus respectivos perímetros y pastoreados por una treintena de policías.

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A la misma hora, pero en Barcelona, la infanta Cristina hizo su entrada en la sede de la Caixa sin hacer declaraciones a la prensa que la esperaba. La hermana del Rey, que llegó a la Ciudad Condal el martes por la tarde, regresó anoche a Ginebra para reencontrarse con su marido.

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