El "Serviola" regresa tras actuar por la "inseguridad" en el golfo de Guinea

El patrullero de altura "Serviola" ha completado hoy el regreso de unidades a su base del Arsenal Militar de Ferrol por esta semana, sucediendo así a los atraques de la fragata "Almirante Juan de Borbón" y del buque "Cantabria" de este jueves.

Familiares de la dotación han esperado a sus integrantes en los muelles del recinto castrense, al que ha llegado la unidad tras participar en África en un programa de actividades de cooperación al amparo del Plan de Diplomacia de la Defensa.

El capitán de corbeta Gabriel Pita da Veiga Subirats, máximo responsable de la embarcación, ha valorado ante los medios la contribución "a la seguridad marítima en esas aguas, que repercute también en la de España".

"Estos patrulleros de altura todavía pueden dar mucho que hablar, apenas hemos tenido averías", ha dicho el mando, que ha subrayado que gracias a su plantel "podemos completar todas las actividades tanto en el golfo de Guinea como en aguas nacionales; poco tiene que hacer el comandante". Han actuado en una zona "bastante estabilizada dentro de su inestabilidad".

Así, "Nigeria tiene muchos problemas en el delta del Níger", relatando "ataques" tanto en tierra como en mar, que afectan a oleoductos, refinerías, petroleros o gaseros por efecto de robos o asaltos. Es el "principal foco de inseguridad; la seguridad energética de España también está en juego".

Asimismo, el "Serviola" ha ofrecido su apoyo a la comunidad marítima española que permanece en el entorno.

Pita da Veiga Subirats ha reseñado que al abrigo del llamado Proceso de Yaundé, ratificado en 2013, se ha tratado "de establecer una arquitectura de seguridad marítima" para los países próximos, que "tienen muy pocos medios".

Por ello, "nuestra aportación es fundamental", ha dicho el comandante, para quien esa tarea también "redunda en la seguridad marítima global".

Han dedicado su tiempo a "tareas de seguridad cooperativa, adiestramientos conjuntos, visita y registro de buques" o labor preventiva de "reacción ante piratería o auxilio exterior en la mar".

"Ha sido una actividad continua", ha observado el militar, que ha apostado por "mantener nuestro esfuerzo en la mar; siempre teníamos adiestramiento con las marinas de los países que hemos visitado". Tampoco ha descuidado los "apoyos puntuales a la comunidad pesquera, es muy entrañable estar cerca de ellos".

Tras un "merecido descanso, al menos dos meses en que no tendremos actividad, nos reincorporaremos a la rutina", ha finalizado. El "Serviola" permaneció enmarcado en la estructura operativa de las Fuerzas Armadas y bajo dependencia de los mandos de Vigilancia y Seguridad Marítima y de Operaciones. Entre mediados de septiembre y mediados de octubre, la unidad afrontó el tránsito hasta el golfo de Guinea, abriendo a continuación un período de colaboración en seguridad cooperativa con Mauritania y Senegal.

En una segunda fase, el barco se desplegó en su área de destino, contribuyendo a reforzar el apoyo en el ámbito marítimo con Ghana y Camerún e identificar riesgos en sus costas. Por último, se sumó a un despliegue de respaldo a Cabo Verde, actuando de forma coordinada con la Fuerza de Guerra Naval Especial para el adiestramiento de la unidad local de Operaciones Especiales. De igual forma, ambas partes ejecutaron actividades de cooperación y vigilancia marítima.

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