El grupo automovilístico francés PSA prepara su retirada de Irán

El grupo automovilístico francés PSA anunció hoy que prepara su retirada del mercado iraní para respetar el embargo impuesto por Estados Unidos a ese país tras su abandono del acuerdo nuclear iraní.

La compañía, cuyas marcas Peugeot y Citroën tenían filiales conjuntas en Irán, indicó en un comunicado que tras el anuncio del abandono estadounidense del acuerdo nuclear con Irán de 2015, "ha empezado el proceso de suspensión de las actividades" de esas empresas "para adecuarse a la ley estadounidense".

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el pasado 8 de mayo su retirada y la reanudación de las sanciones levantadas bajo el pacto.

La retirada se efectuará de aquí al 6 de agosto, cuando volverán a imponerse las sanciones a las compras de billetes de dólares estadounidenses por parte del Gobierno de Irán, a la adquisición de deuda iraní y al comercio de oro y otros metales preciosos, entre otros.

Además, el 6 de noviembre se reanudarán las restricciones a la compra de petróleo y productos petroquímicos iraníes, a las operaciones con puertos y empresas marítimas iraníes y a las transacciones de instituciones financieras con el Banco Central de Irán.

Esa decisión supuso un duro golpe para las empresas europeas con negocios en el país persa, donde habían acrecentado su presencia desde la firma del acuerdo nuclear de 2015 y el levantamiento de las sanciones internacionales en enero de 2016.

PSA recordó que había firmado acuerdos de filiales conjuntas con Khodro en junio de 2016 y Saipa en octubre de ese año, "conforme a las resoluciones de la ONU y a la reglamentación estadounidense, europea y francesa en vigor, para ofrecer a los clientes iraníes vehículos modernos Peugeot y Citroën".

El grupo indicó hoy que "sigue atentamente la evolución del contexto reglamentario y está en contacto con las autoridades de los países afectados para estar en conformidad con todas las normativas".

PSA precisó que, junto con el Gobierno galo, está en contacto con las autoridades estadounidenses para una posible "derogación", y apuntó que sus actividades en Irán "representan menos del 1 % de su cifra de negocios", por lo que la suspensión anunciada no modifica su actual plan financiero.

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