El aviso de Gallardón al bolsillo de la tropa
Una vez admitida por todos, incluidos los ilustres miembros de nuestro Gobierno, que estamos en crisis y de las gordas,[…]
Una vez admitida por todos, incluidos los ilustres miembros de nuestro Gobierno, que estamos en crisis y de las gordas, la bolsa de nieve empieza a llevarse por delante al más pintado. La realidad, esa que desenmascara a los mediocres y retrata al tramposo, insiste en sacar toda la crueldad de una situación casi sin precedentes por su virulencia y que va a hacer mella en cualquier ámbito de la sociedad.
Con Pedro Solbes, a la sazón el ministro de Economía de la peor etapa democrática de nuestra economía, ya incapaz de eludir más la crisis, el último en reconocerla ha sido Alberto Ruiz Gallardón, el alcalde de Madrid, que ha mandado parar cualquier obra que no tenga que ver con el proyecto olímpico de 2016 por, atención, falta de dinero.
Los bancos, esos que hasta hace apenas unos meses aún negaban que nos hubieran cerrado el grifo, también le niegan la tela ni al Ayuntamiento de la capital de España, por cierto, el más endeudado del Reino, con algo más de 6.600 millones pendientes de pago y un déficit de 1.500 millones, según explica fuentes de la oposición.
Poco tiempo van a tardar otros municipios en seguir el ejemplo de Gallardón, que tendrá consecuencias directas sobre el empleo y sobre nuestro bolsillo. Su decisión supone un golpe duro a las empresas grandes, como , y Sacyr, entre otras, que en los últimos años se han puesto las botas con las obras majestuosas y deficitarias del edil madrileño. Pero significará casi la muerte para muchas subcontratas a las que las multinacionales de la construcción encargaban los trabajos menores y para los que cualquier apaño era la vida.
Por tanto, más paro y, lo peor, más impuestos. ¿De dónde creen que se pagaba la fiesta municipal? De los ingresos por la venta de suelo y sus derivados, que como saben se ha detenido en seco. Y si olos ayuntamientos no ingresan por esta vía y encima deben lo que no está escrito -se cerró 2007 con un saldo negativo de 23.879 millones, un 26,2% más- de algún lado tendrán que sacar el dinero para pagar sueldos y comisiones difíciles de justificar en algunos casos.
Saldrá de su bolsillo y el mío porque nos subirán los impuestos. Una prueba de ello es lo que ha hecho el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, quizás el de mayor renta per capita de España. Para facilitar el aparcamiento a sus conciudadanos ha tomado dos decisiones muy populares. La primera, poblar de parquímetros la ciudad. La segunda, obligar a todo dueño de una casa a pone un vado en la puerta de entrada a su garaje o de lo contrario obligarle a levantar la acera para que ni el mismo puede introducir su coche.