El avance tecnológico puede crear 2 millones de empleos hasta 2030, según AFI

El progreso tecnológico bien adaptado al mercado laboral podría generar 2 millones más de puestos de trabajos hasta 2030 y ayudar a que la tasa de paro estructural se sitúe en el 7 %, según un informe difundido hoy por Analistas Financieros Internacionales (AFI).

El estudio "El trabajo del futuro" elaborado por AFI para el Observatorio ADEI de Google señala que la revolución tecnológica actual no destruiría empleos sino que elevaría la riqueza y la productividad hasta el 1,3 % de media anual.

El PIB per cápita podría aumentar de los 24.000 euros actuales hasta los 33.000 euros en los próximos 13 años.

No obstante, el informe puntualiza que la implantación del progreso tecnológico en el mercado de trabajo debe conllevar políticas adecuadas en materia contractual, de educación y formación o de mayor participación de la administración pública.

Y es que, entre otras medidas, el estudio señala que habría que "reflexionar" sobre las figuras contractuales que actualmente regulan las relaciones laborales para adaptarlas a la economía digital.

"Las nuevas normas que deban surgir, deberán ser más tendentes a la alianza entre trabajadores y máquinas inteligentes en el seno de las nuevas empresas", señala, al tiempo que recuerda que la transformación digital exige la necesidad de invertir decididamente en planes de formación continuos para todos los trabajadores.

En el mismo sentido, ve la conveniencia de políticas sectoriales que estimulen la transformación digital de las empresas, especialmente, de aquellas en las que el impacto sobre el empleo sea positivo.

Y es que, AFI considera que el progreso tecnológico favorecerá sobre todo la creación de empleo en las ocupaciones denominadas avanzadas, que son los físicos, ingenieros y matemáticos, especialistas en finanzas, profesionales de las tecnologías de la información y comunicación o científicos.

Estima que sobre estos trabajos, el empleo puede crecer en 3,2 millones hasta 2030, mientras que en las ocupaciones que requieren un alto componente "humano", como la hostelería y restauración, los servicios de protección y seguridad, así como directores y gerentes, el empleo adaptado a la digitalización aumentaría en 600.000 personas.

"Las ocupaciones avanzadas son las que mayor potencial de crecimiento tendrán porque son las que presentan un mayor grado de complementariedad con la robotización y la revolución digital o, lo que es lo mismo, un menor riesgo de automatización", explica el informe.

En sentido contrario, la entrada de las tecnologías podría destruir 1,4 millones de empleos en ocupaciones vinculadas a la contabilidad, administración, agricultura, operadores, montadores o personal de limpieza.

"Son tareas automatizables y potencialmente sustituibles por robots", alerta AFI.

Sin embargo, el balance neto sería el aumento de la ocupación en 2 millones de aquí a 2030 y una tasa estructural de paro que podría situarse en el entorno del 7 %.

AFI explica que en el corto plazo, la introducción de nuevas tecnologías sustituye a los trabajadores que desempeñan tareas más fácilmente reemplazables pero al mismo tiempo liberan horas de trabajo y elevan la productividad de los trabajadores.

En el largo plazo, la demanda de nuevos empleos para producir los nuevos bienes y servicios y la reducción de los costes por la mayor eficiencia de los procesos productivos generan un mayor empleo total.

Recuerda otras revoluciones industriales y los beneficios que conllevaron sobre la economía e indica que de las 60 horas trabajadas a la semana en 1850 se ha pasado a las 40 horas en 2011.

"Conforme la mecanización y el progreso tecnológico han impregnado los procesos productivos se ha permitido avanzar en la conciliación de la vida laboral con la profesional, sin renunciar al incremento de la renta", señala.EFECOM

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