Brexit: temporada 1, capítulo 237
Podría parecer la nueva serie de éxito de ficción de Netflix pero está ocurriendo en realidad. Se me ocurren hasta cuatro finales para esta primera temporada, que nos dejarán impacientes de una segunda.
Podría parecer la nueva serie de éxito de ficción de Netflix pero, en realidad, es precisamente eso: la realidad, la que estamos viviendo día a día y en la primera temporada está ya próxima a su fin.
El capítulo de ayer estuvo interesante. Teresa May fue a Bruselas a pedirle el favor a Donald Tusk de ver si podía hacer un poco la vista gorda con esa fecha pintada de rojo en los calendarios del 29 de marzo, puesto que tenía el convencimiento que a la tercera iba la definitiva. Recordarán que en capítulos anteriores, el acuerdo que llevó al Congreso británico ya fue rechazado en dos ocasiones pero, por lo visto, ahora creo que lo que pretende es amedrentar a los congresistas con que lo único que hay para evitar un divorcio por las bravas que generaría un caos importante es precisamente firmar ese acuerdo y echar adelante con el divorcio firmado en papel y luego ya veremos con hechos lo que vamos haciendo.
Así que estoy ansioso de ver lo que ocurre en el siguiente capítulo. Porque Donald Tusk, que ya ha demostrado a lo largo de la serie que no quiere que se le tache de poli malo, le ha dicho que si quiere unos días no hay problema, aunque eso de tres meses no podría defenderlo en el seno de la Unión Europea porque implicaría votar también en Reino Unido en las elecciones europeas. Así que, inteligentemente, le ha dado mucho menos plazo, dos semanas, que le ha parecido poco pero como lo había pedido para presentar el acuerdo para ser votado por tercera vez pues realmente no ha podido decir que necesitaba más.
Así que, ahora, vamos a ver qué pasa en próximos episodios. Sin duda muy interesante el final de esta temporada. Estoy muy intrigado en ver cómo pueden en dos semanas montar un acuerdo nuevo, si el actual se rechaza por tercera vez, que es lo que creo que ocurrirá. El trabajo que no se ha hecho en dos años va a tener que hacerlo en dos semanas. Realmente, es una serie de infarto y en la que no dejo de pensar cómo va a terminar esta primera temporada. Se me ocurren hasta cuatro finales que nos dejarán impacientes de una segunda temporada:
1) Teresa May consigue el respaldo y, efectivamente, a la tercera iba la vencida. De esta manera, la fecha del divorcio acordado quedaría fijada actualmente en el 22 de mayo. Esto nos gustaría a todos los inversores porque nos quitaríamos una losa de encima y, al bajar, la incertidumbre el dinero entraría con más fuerza en los mercados.
2) Mismo escenario que el anterior pero, como esa prórroga la tienen que aprobar todos los estados miembros, aparece algún díscolo que dice que ni hablar, que ya está bien de tanto "Brexit pa'rriba, Brexit pa'bajo". Esto no gustaría nada a los mercados que entonces devolverían la totalidad de las ganancias.
3) Teresa May pierde por tercera vez y todo se queda preparado para una ruptura por las bravas si no se inventan algo antes del 12 de abril. Esto pondría a los mercados de nuevo en guardia y no es un escenario en el que queramos encontrarnos los inversores.
4) Teresa May pierde por tercera vez y presenta la dimisión inmediata dejando el marrón de inventarse algo en dos semanas de plazo. Peor escenario posible para los inversores. Nada deseable.
¿Qué es lo que va a pasar?
Eso solo lo saben los guionistas. El problema es que en esta serie no hay guionistas y son los propios actores los que van improvisando capítulo sobre capítulo. Impresionante serie.