Boris Johson levanta las críticas conservadoras tras mostrar su catálogo de intenciones

El primer ministro británico señaló como objetivo prioritario devolver a los ciudadanos al trabajo y activar la economía entre críticas de su propio partido y del Banco de Inglaterra

El primer ministro británico, Boris Johnson, se enfrentó este miércoles a la primera sesión de preguntas en la Cámara de los Comunes tras el receso parlamentario por las vacaciones. Una ronda que terminó alimentando el debate en torno a la reactivación económica del Reino Unido en medio de los rebrotes de la pandemia

La sesión de preguntas estuvo marcada por un encendido debate con el jefe de la oposición, el laborista Keir Stamer, que le acusó de haber "malgastado todo el verano". Johnson, por su parte, replicó que el objetivo a corto plazo de su Gobierno es "reactivar la economía".

Y para ello, es necesario que los ciudadanos "vuelvan al trabajo", en un escenario marcado por el repunte de la curva epidemiológica registrado en el país en agosto. 

Las perspectivas económicas británicas son, si cabe, peores. La crisis ha elevado la deuda a más de dos billones de libras por primera vez; el déficit presupuestario, por su parte, es de 128.000 millones de libras, según cálculos de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del pasado julio.

Esto propició que el Gobierno aprovechase la primera sesión para mostrar su catálogo de intenciones. El ministro de Hacienda, Rishi Sunak, señaló durante su intervención que se podría acometer un aumento de impuestos con el objetivo de "corregir" las finanzas públicas, algo que levantó las críticas de la propia fila conservadora en la siempre encendida Cámara de Parlamentarios británico. 

La réplica conservadora hizo que Sunak matizase sus palabras y advirtiera que no se trataba de una subida "sin final a la vista". Según recogen varios medios británicos, la carga fiscal serviría para recaudar 30.000 millones de libras.

El Banco de Inglaterra recomienda no volver al trabajo

Frente a las prisas de Johnson para volver a la presencialidad en los trabajos, el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) pide un retorno más gradual. El director ejecutivo de estabilidad financiera de la entidad, Alex Brazier, señaló que la prioridad es garantizar las pautas sanitarias en la vuelta a las oficinas. Y observó dos problemas:

"No es posible usar espacios de oficinas, particularmente en el centro de Londres y lugares densos, al menos de la forma en que solíamos hacerlo", apuntó ante los parlamentarios británicos, sobre el primer inconveniente que genera la vuelta a la presencialidad. 

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En segundo lugar, admitió entender las "preocupaciones" de muchos ciudadanos al tener que usar el transporte público para desplazarse, aumentando por tanto el riesgo de contagios. "No es posble traer de regreso a mucha gente de repente, deberíamos esperar a un retorno más gradual", concluyó Brazier.

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