Bangladesh hace alarde de un sector en alza con su festival de flores
El Festival de Flores de Bangladesh abrió hoy sus puertas con más de un millar de especies en exposición en[…]
El Festival de Flores de Bangladesh abrió hoy sus puertas con más de un millar de especies en exposición en catorce pabellones, con los que pretende dar a conocer un sector en pleno desarrollo tras haber surgido en el país en los últimos años.
Al entrar al recinto en las inmediaciones de la Universidad de Dacca, los visitantes, entre ellos muchas jóvenes parejas, son recibidos por coloridos murales que ya en el primer día del evento se han convertido en toda una atracción para los amantes de las "selfies".
Vehículos adornados con caléndulas y un túnel hecho de guirnaldas de flores naturales marcan el camino a los asistentes a este evento, organizado por el Centro de Innovación e Incubación para Empresas y que muchos aprovechan para fotografiar aquellas especies difíciles de encontrar en las tiendas.
Anju Sarker comparte con otras ocho mujeres emprendedoras uno de los 33 puestos que se pueden visitar en el festival hasta el próximo 1 de abril.
Su llegada al mundo de las flores hace cerca de dos décadas fue por casualidad, pero también por necesidad, ya que su precario sueldo de sirvienta no era entonces suficiente para mantener a su familia, explicó a Efe.
En la década de 1990, un pariente le ofreció un trabajo en una granja de flores al otro lado de la frontera, en el estado indio de Bengala, adonde llegó tras caminar durante dos días enteros, a falta de dinero para pagarse billete en un medio de transporte.
"Nos dieron un trabajo en una granja de flores con un salario de 5 rupias" la hora, unos 0,10 dólares, relató Sarker.
A pesar de estar contenta con el puesto, no pudo dejar pasar la oportunidad cuando descubrió un nuevo nicho de mercado en su natal Bangladesh, durante la visita de un comerciante que había ido a la India para comprar flores.
Fue entonces cuando volvió a su país cargada con semillas de diferentes tipos y una buena cantidad de conocimiento sobre el cultivo, y alquiló un terreno en el que sembrar desde rosas hasta crisantemos.
"No fue fácil convencer a la gente para que comprase flores, al principio tenía que ofrecerlas casi gratis. Pero lentamente la gente se empezó a dar cuenta de que siempre es mejor decorar las cosas con flores naturales", explicó.
Hoy Sarker es conocida como Foul Boudi o Hermana de las Flores y participa en el festival con el orgullo de quien tiene seis tiendas que dan empleo a 70 mujeres.
Con cada vez más bangladesíes siguiendo los pasos de la Hermana, este sector no deja de crecer en el país y la demanda supera ya los 100 millones de dólares anuales, según apuntó a Efe el presidente de la Asociación de Flores de Bangladesh, Abdur Rahim.
"Cerca de dos millones de personas están directamente involucradas en el cultivo y mercado de flores. Ha sido una importante herramienta en la eliminación de la pobreza en las áreas rurales", detalló.
Aseguró que el país, hasta hace un par de décadas completamente dependiente de las exportaciones, apenas importa en la actualidad e incluso está desarrollando sus propias especies de orquídea.
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