Banco de Grecia pide a los acreedores y al Gobierno que faciliten el acuerdo

El gobernador del Banco de Grecia, Yanis Sturnaras, instó hoy a los acreedores y al Gobierno de Atenas a llegar[…]

El gobernador del Banco de Grecia, Yanis Sturnaras, instó hoy a los acreedores y al Gobierno de Atenas a llegar a un compromiso en las negociaciones sobre la segunda evaluación del rescate y a evitar una "espiral negativa".

"No hay una elección racional entre la finalización de la evaluación ahora o más tarde. Más tarde, las condiciones serán mucho peores. Más tarde puede que sea demasiado tarde", dijo Sturnaras al presentar en el Parlamento el informe provisional sobre la política monetaria en 2016.

Sturnaras afirmó que su advertencia se dirige tanto al Gobierno como a los socios, e instó a todos "a dar un paso atrás", pues, dijo, un fracaso es "impensable después de tantos esfuerzos y tras haber conseguido tantos avances".

El gobernador del Banco de Grecia y exministro de Finanzas durante el Gobierno de Andonis Samarás subrayó que "el tiempo útil que queda es demasiado corto" teniendo en cuenta que en breve se abren varias campañas electorales en varios países europeos.

Según Sturnaras, ampliar el actual estado de incertidumbre hará aún más difícil llegar a un acuerdo y podría ralentizar la recuperación de la economía griega, causar nuevas medidas de ajuste y desencadenar una "espiral negativa".

El cierre inmediato de la evaluación facilitará que se tomen decisiones para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública y para posibilitar el retorno de Grecia al programa de compra de bonos del Banco Central Europeo, insistió.

Sturnaras hizo estas declaraciones después de que el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, anunciara hoy en Bruselas su intención de reunirse el miércoles en Atenas con el primer ministro, Alexis Tsipras, y el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, en un intento de desbloquear las negociaciones.

Tsakalotos se reunió con los acreedores en Bruselas la semana pasada, encuentro en el que según el presidente del Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem, hubo un "progreso sustancial", impresión que no comparte el Gobierno heleno.

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Tsipras afirmó el sábado ante el Comité Central de Syriza que las negociaciones no se retomarán mientras el Fondo Monetario Internacional no corrija las estimaciones "erróneas" sobre Grecia.

El líder de Syriza aludió con ello al informe del FMI presentado hace una semana, en el que pone en duda la capacidad de Grecia de generar los objetivos de superávit primario fijados en el tercer programa de rescate y en el que, según Atenas, no hace justicia a los progresos alcanzados hasta ahora.

Moscovici se sumó hoy a las dudas de Tsipras sobre las cifras planteadas por el FMI al señalar que el trabajo "intenso" que las instituciones están haciendo para cerrar la segunda revisión "debería basarse en las cifras correctas".

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"En lo que se refiere al resultado presupuestario, nuestras cifras siempre son buenas e incluso son sobrepasadas por los resultados de Grecia, así que no hace falta fijar las decisiones futuras en cifras más pesimistas que las nuestras", insistió Moscovici.

El comisario subrayó que para 2016 la Comisión Europea (CE) prevé que el superávit primario (que excluye el pago de intereses de la deuda) de Grecia alcance un 2 % del producto interior bruto (PIB), claramente por encima del objetivo del 0,5 % fijado en el programa de asistencia financiera.

Uno de los obstáculos que impiden un acuerdo sobre la actual revisión del rescate lo constituye precisamente la discrepancia entre los acreedores europeos -CE, Banco Central Europeo y Mecanismo Europeo de Estabilidad- y FMI respecto a la trayectoria fiscal de Grecia una vez concluya el actual programa de rescate, a partir de 2019.

Pese a que en 2016 Grecia ha cumplido con creces sus objetivos, el FMI califica de poco realista que pueda alcanzar en 2018 y en los años posteriores un superávit primario del 3,5 % del PIB, como fija el memorando de rescate.

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Como condición para sumarse al programa de rescate y para el caso de que Grecia no logre los objetivos fijados, el FMI exige que legisle ya un paquete de medidas preventivas por valor de unos 3.600 millones de euros, algo que Atenas rechaza categóricamente por ahora.

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