Aragón cierra 2018 con un pie en la movilidad del futuro y el otro, en China

La movilidad del futuro es eléctrica y Aragón ha dado en 2018 un paso que se aventura decisivo con la[…]

La movilidad del futuro es eléctrica y Aragón ha dado en 2018 un paso que se aventura decisivo con la adjudicación a Opel de esa versión del Corsa, pero las inversiones también llegan a la Comunidad de la mano de la agroalimentación y además se buscan en China, con su tren de la seda.

Tras la compra del grupo automovilístico francés PSA de Opel-Vauxhalt en 2017, el año comenzó en Aragón con el temor a que la factoría de Figueruelas perdiera las inversiones del Corsa por las infructuosas negociaciones del convenio colectivo, un riesgo que se superó a final de enero, con el respaldo de los trabajadores a los acuerdos alcanzados por el comité de empresa y la dirección.

El apoyo de los empleados, aunque con escaso margen, dio sus frutos quince días después, cuando se anunció la adjudicación a la planta de la fabricación de la sexta generación del Corsa para 2019 y su versión eléctrica, en 2020.

La ventana de oportunidades que abre la "revolución" eléctrica en Opel es a la que se agarra el presidente de Aragón, Javier Lambán, para hacer de la comunidad un referente de la movilidad del futuro, una meta que solo será posible si además de ensamblar el vehículo se consigue que el máximo porcentaje de componentes se fabriquen en la región.

Como escaparate de esa movilidad sostenible se va a recuperar uno de los emblemas de la Expo 2008 de Zaragoza, el Pabellón Puente diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, que se reabrirá en 2019 como centro de referencia de la innovación en la industria de la automoción gracias a un acuerdo en junio por diversas empresas y entidades, entre ellas el Gobierno de Aragón y la Fundación Ibercaja.

Pero además de la automoción, las inversiones en Aragón avanzan en otro de sus sectores estratégicos, la agroalimentación, con los trámites del Gobierno para allanar la llegada de BonÁrea a Épila (Zaragoza) o el inicio de la construcción de la segunda industria cárnica de la multinacional italiana Pini en La Litera.

Además, las oportunidades comerciales se siguen buscando en China, un mercado "formidable", para Lambán, en el que se suceden contactos para las empresas aragonesas e inversores que quieran instalarse en Aragón.

Con ese objetivo el presidente de Aragón ha viajado este año al gigante asiático acompañado por los consejeros de Economía y de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Marta Gastón y Joaquín Olona, y representantes de once empresas, diez agroalimentarias y una del sector textil, que ha tenido como resultado, según anunció el presidente, que Zaragoza esté "a las puertas" de ser parada del tren de seda que une la ciudad china de Yiwu y Madrid.

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En ese viaje también hubo contactos con la empresa Huawei, a la que Lambán expuso el potencial logístico de Aragón para albergar el futuro centro de distribución de la multinacional tecnológica en el sur de Europa.

Un sector logístico que tiene en la plataforma de Zaragoza su principal puntal y cuya ampliación en más de 33 hectáreas es otra de las grandes apuestas de la administración autonómica para conseguir atraer grandes operadores logísticos, quizá Amazon, aunque el Gobierno de Aragón guarda absoluta discreción sobre los contactos.

Y el año en el que se ha garantizado el futuro de Opel se cierra con negras expectativas en Andorra (Teruel) por el cierre de la central térmica ya solicitado por Endesa para junio de 2020 y el escaso margen de tiempo para buscar alternativas económicas a la zona.

El año se apura en esta tarea asociada a la descarbonización que debe hacerse "por imperativo europeo", como trasladó el pasado 26 de diciembre a los presidentes de Castilla y León, Asturias y Aragón el Gobierno central, que asegura que exigirá planes de transición justa para los territorios afectados. De no llegar alternativas reales no habrá una transición justa y el cierre "abrupto", advertía ese día Lambán, provocaría un "éxodo de población" en la comarca más próspera de Teruel.

En todo caso, 2018 ha sido un año en el que Aragón se ha mantenido entre las comunidades más dinámicas en su economía y, pese a la desaceleración, cerrará el ejercicio con un incremento del PIB por encima de la media.

Según las mejores perspectivas, las del propio Gobierno de Aragón y las de la CEOE aragonesa, del 3,1 por ciento, entre otros motivos, porque el impacto de la crisis catalana, que ha acaparado gran parte de la vida política, ha sido para la patronal menor del previsto en lo económico. Y el "brexit" y su incidencia es aún una incógnita y las empresas deben elaborar planes de contingencia para reducir sus efectos, mejor preparándose para el peor de los escenarios posibles.

Mientras, el número de parados en la comunidad sigue descendiendo, hasta 63.800 según la última Encuesta de Población Activa, la del tercer trimestre del año, lo que dejó la tasa de paro en el 9,87 por ciento, 4,7 puntos por debajo de la media nacional.EFE

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