Acreedores se marchan de Grecia sin acuerdo con el Gobierno sobre evaluación

Los representantes de los acreedores de Grecia se marchan de Atenas sin conseguir haber llegado a un acuerdo con los[…]

Los representantes de los acreedores de Grecia se marchan de Atenas sin conseguir haber llegado a un acuerdo con los negociadores griegos sobre aspectos fundamentales de la segunda evaluación del rescate, publicaron hoy los medios locales.

Según estas fuentes el principal punto de fricción sigue siendo la reforma del mercado laboral, sin que Grecia y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el más exigente a este respecto, hayan conseguido acercar posturas.

El FMI continúa pidiendo cambios en la legislación helena como el aumento del porcentaje de la plantilla que puede entrar en un despido colectivo y rechaza la vuelta de los convenios colectivos y sectoriales.

Los acreedores de la llamada cuadriga -que además del FMI incluye a Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)- exigen a Grecia un recorte de 1.400 millones en el sistema de pensiones, además de una reducción del mínimo exento de imposición.

El Fondo exige además una serie de recortes que considera necesarios para que Grecia alcance el objetivo de superávit primario -antes del pago de la deuda- del 3,5 % en 2018, algo en lo que difiere de los europeos, que piensan que no son necesarios.

También hay divergencias entre ambas partes en el tipo y cantidad de medidas de recorte que aplicar cuando finalice el programa de rescate actual, a partir de 2019, así como en las contramedidas que el Ejecutivo heleno quiere adoptar para amortiguar el efecto sobre la población.

Grecia y sus acreedores, no obstante, acordaron estos días otros temas como el arreglo extrajudicial de las deudas morosas de las empresas con los bancos o ciertas medidas de reforma del sistema financiero.

El portavoz del Gobierno heleno, Dimitris Tzanakópulos, dijo hoy que el acuerdo "global" con los acreedores se basa en tres pilares: las medidas hasta 2018, las que se deben tomar desde 2019 y el superávit primario que Grecia deberá alcanzar a partir de ese año, lo que debe ir aparejado a "medidas de alivio de la deuda a medio plazo".

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Tzanakópulos no descartó que Tsipras pueda tomar una iniciativa política para tratar de llegar a un acuerdo técnico que aplace la reforma laboral y que permitiera a Grecia acceder a una parte del siguiente tramo del rescate.

"El objetivo es alcanzar un acuerdo. Si no es posible, ya veremos", dijo Tzanakópulos.

Las negociaciones entre Grecia y sus acreedores para un acuerdo antes del Eurogrupo del lunes 20 continuarán por teleconferencia.

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